Las empresas de energías renovables están promoviendo plantas de biogás y biometano bien planificadas, ubicadas lejos de las comunidades, ante la creciente oposición social, según el nuevo presidente de APPA Biogás, Laureano Parrilla.
Con solo unas diez plantas de biometano operando en España, Parrilla argumenta que el sector se encuentra en una fase de aprendizaje y ahora cuenta con la experiencia necesaria para minimizar el impacto ambiental y social.
Parrilla enfatiza que estas instalaciones de biometano son una solución, no un problema, pero enfrentan obstáculos como la resistencia ciudadana, los olores y la desigualdad en las regulaciones regionales y explica que una ubicación adecuada, una distancia adecuada de las ciudades y una planificación cuidadosa del transporte pueden prevenir molestias.
Así avanza el biometano en España mientras el sector intenta responder al rechazo social
Las empresas de energía renovable apuestan por plantas de biometano bien ideadas y ubicadas en zonas donde no generen molestias como respuesta a la creciente contestación social, según el nuevo responsable de la asociación APPA para el biogás.
El primer presidente de esa sección de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), Laureano Parrilla, ha explicado que el sector está en una «curva de aprendizaje» y acumula «muchas experiencias que mitigan al máximo los riesgos medioambientales y sociales».
Con una decena de plantas de biometano en España, Parrilla -también consejero delegado de la compañía Pretium Renovables- ha considerado que esas fábricas son «una solución, no un problema», y que los proyectos se han desarrollado «con la mayor planificación y soluciones adaptadas a cada entorno«.
«Estamos en un momento muy especial porque el sector del biometano está empezando a ser una realidad en España, pero nos encontramos con obstáculos como la contestación social y los cambios normativos, sin un régimen único a nivel nacional para -por ejemplo- tramitar proyectos», ha enfatizado.
¿Por qué las plantas de biometano generan preocupación en algunos municipios?
En relación con los malos olores, de lo que se quejan en distintas localidades próximas a esas plantas, el representante ha argumentado que existen mecanismos que mitigan las molestias y «son más que suficientes».
«Entiendo que el desconocimiento genera miedo», ha asegurado Parrilla, para quien es importante cumplir ciertas condiciones, como situar los proyectos en entornos donde no se generen molestias, a una distancia adecuada de los núcleos urbanos y donde el transporte no afecte a la comunidad local.
En su opinión, se trata de lograr una solución técnica “suficiente”: «No necesitamos construir ‘ferraris’ para no molestar al entorno local; los proyectos de biometano bien ideados y diseñados son buenos«, como lo demuestra la tecnología integrada en países vecinos, ha añadido.
«Estamos poniendo en la parte del inversor un peso brutal para construir superinstalaciones en procesos que quizás sean más sencillos», ha advertido el responsable.
¿Qué pide el sector para impulsar el biometano y evitar nuevos conflictos?
Desde hace unos cinco años, el sector ha retomado esa parte del biogás en el país, inyectando biometano a las redes de gas con la intención de transformar la industria consumidora de gas en gas renovable.
Parrilla ha reclamado una «normativa clara que ampare el desarrollo de esas instalaciones» y lograr una relación con las empresas gasistas «más clara, transparente y competitiva», con menores costes de interconexión a los gasoductos.
El sector del biometano necesita también «apoyo institucional» para impulsar una tecnología «positiva» para las zonas en las que se ubica.
El presidente de APPA Biogás, ha destacado la “estrecha” relación con el sector agroganadero, ya que «el campo aporta energía y la energía vuelve al campo», tanto con la gestión de los residuos (purines) como con el abono orgánico del suelo (digestato).
La relación con el sector agroganadero y el papel clave de los residuos
Sobre las ayudas del fondo europeo de recuperación que recibieron unas 80 instalaciones de biogás por unos 76 millones de euros, el responsable ha afirmado que iban «muy enfocadas al autoconsumo» y no tanto a proyectos industriales centrados en la inyección de biometano a la red, por lo que «muchos promotores no lo vieron claro» y se quedaron fuera.
Asimismo, ha lamentado la falta de criterios «únicos y estables» en la tramitación de los proyectos en las diferentes comunidades autónomas; y ha pedido que se faciliten las condiciones de acceso y conexión a las redes de gas, así como para el consumo eléctrico.
El Plan nacional integrado de energía y clima (Pniec) considera prioritario el desarrollo de combustibles renovables como el biometano.
La previsión para todo el biogás supone duplicar lo cuantificado en su hoja de ruta y llegar a los 20 TWh (teravatio-hora) en 2030.
Qué falta: normativa clara, ayudas y conexión a la red
«Tenemos un reto grandísimo para poner en marcha esas instalaciones y lograr ese objetivo» porque, «hay mucho interés» hacia un sector que ofrece rentabilidad, pero «sin apoyo de las administraciones públicas y de la parte social no vamos a llegar», ha sostenido Parrilla.
APPA quiere que el biogás y el biometano pasen de ser residuales (0,15 %) a jugar un papel “estructural” en la descarbonización de usos térmicos, industriales y domésticos, y en la valorización de residuos en el territorio.
El sector busca normas nacionales más claras, menores costos de interconexión de la red de gas y un mayor apoyo institucional. Parrilla destaca los estrechos vínculos con la agricultura, ya que las explotaciones agrícolas proporcionan residuos y reciben a cambio fertilizante orgánico.
El plan energético y climático de España prioriza los gases renovables, con el objetivo de alcanzar los 20 TWh de biogás para 2030. APPA espera que el biogás y el biometano pasen de tener un papel marginal a uno estructural en la descarbonización de la industria, la calefacción y la gestión de residuos. Seguir leyendo en EFE / ECOticias.com













