Brasil encuentra 1.200 GW de energía flotando en el océano. Saben cuál es la solución definitiva para extraerla. La protección del medio ambiente es viable gracias al uso de las energías renovables, que no emiten gases nocivos de efecto invernadero durante su producción ni otras emisiones contaminantes. Por esta razón, es correcto hablar de ellas como energías limpias, libres de emisiones CO2 (principales causantes del cambio climático).
A diferencia de los combustibles fósiles, las energías renovables no son tan volátiles en su precio, además de que es posible encontrarlas en cualquier parte del mundo, ofreciendo la independencia energética que jamás podrán brindar los combustibles fósiles. Otro de los beneficios de la apuesta por las renovables es que se trata de energías seguras y competitivas.
Debido al avance del cambio climático y el calentamiento global, es más importante que nunca recurrir a las energías renovables para reducir la dependencia del ser humano a los combustibles fósiles. En este contexto, Brasil ha hallado una energía flotando en el océano que podríamos empezar a extraer ya.
Brasil tiene un gran potencial para explotar la energía eólica marina
Brasil alberga el potencial para explotar más de 1.200 gigavatios en eólica marina. El potencial técnico de energía eólica marina de Brasil sobrepasa los 1.200 gigavatios, con 480 GW en cimentaciones fijas y 748 en tecnología flotante. Según un estudio realizado por DNV para el Grupo Banco Mundial (GBM), la posesión de este recurso estratégicamente ubicado cerca de los centros de demanda deja en un lugar privilegiado a la eólica marina.
El organismo internacional ha sido el encargado de dar a conocer el informe, que forma parte de varios estudios sobre hojas de ruta para la eólica marina solicitados por el GBM en el marco de su Programa de Asistencia para la Gestión del Sector Energético (ESMAP), en colaboración con la Corporación Financiera Internacional. Se ejecutó por DNV. Su elaboración también contó con la participación del Ministerio de Minas y Energía (MME) de Brasil y la Oficina de Estudios Energéticos (EPE).
Ofrece un análisis exhaustivo para los responsables políticos y las partes interesadas, poniendo un especial énfasis en la necesidad de aportar una estrategia energética clara, una inversión considerable en infraestructuras y una actuación rápida para aprovechar el creciente interés por la eólica marina en Brasil. Plantea tres posibles escenarios.
El primero se denomina Caso Base. Contempla 16 GW en 2050, una cifra que supondría el 3% de la capacidad de producción de Brasil. El segundo (Intermedio) plantea 32 GW para 2050, el 6% de la capacidad total de generación y el tercero (Ambicioso) versa sobre 96 GW para 2050, el 20% del min de producción.
Brasil, más cerca que nunca de las renovables: hablan de explotar esta energía
Tomando este análisis como punto de referencia, el desarrollo de la eólica marina en Brasil brinda un complemento prometedor a la energía hidroeléctrica, disminuyendo la variabilidad interanual de producción y aportando seguridad durante los periodos secos. También respalda los objetivos de H verde de Brasil y podría fomentar el crecimiento económico y la generación de empleo (hasta 516.000 puestos de trabajo a tiempo completo potenciales).
Además, estaríamos hablando de un aporte de 168.000 millones de dólares en valor añadido bruto nacional si se toma la vía del escenario Ambicioso. Sumado a esto, puede racionalizar la producción local de electricidad y disminuir las pérdidas de transmisión al alinear los recursos con los centros de demanda, incluidas las grandes ciudades.
No obstante, para que todo lo mencionado suceda, existen retos importantes por solventar, como los elevados costes iniciales de los proyectos eólicos marinos o la asignación estratégica de derechos sobre los fondos marinos.
En definitiva, Brasil tiene potencial para explotar más de 1.200 gigavatios de energía flotante en el océano (eólica marina).