El mundo pendiente de China tras electrificar así su desierto: energía para países enteros usando esto

Publicado el: 13 de junio de 2024 a las 11:30
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El mundo no pierde de vista los movimientos de China tras la electrificación de su desierto. Ofrece energía para países enteros. La noticia sobre el oasis energético que habrá en un desierto español generó conmoción, pero lo que está pasando en el país asiático no se queda atrás. Es innegable afirmar que la electricidad es necesario prácticamente en todos los países.

Muchas de las tareas cotidianas que realiza el ser humano tienen el sello de la electricidad. Esta es una fuente versátil y transformadora, que puede aprovecharse de diferentes maneras. Por un lado, produce luz, dando la oportunidad al ser humano de iluminar ambientes y extender la vida diurna más allá de la caída del sol. Asimismo, genera calor, un punto que torna especial relevancia en invierno.



También transmite movimiento y datos. Diferentes aparatos funcionan con electricidad para generar movimiento o activar componentes de diferente naturaleza a lo largo de distancias enormes para enviar datos. Por estas razones, y muchas más, están saliendo a la luz proyectos de electrificación en lugares jamás pensados.

China en el centro de la polémica por electrificar su desierto

China ha puesto en marcha la planta solar más grande del mundo, suficiente para alimentar a Luxemburgo durante un año. Ya ha conectado a la red esta planta en el noroeste de Xinjiang. Cubre un área de 80.937 hectáreas con una capacidad de producción anual de 6.09 mil millones de kWh. La nueva planta está ubicada en los desiertos cerca de la capital de la región, Ürümqi.



Su funcionamiento comenzó a estar vigente el pasado 3 de junio y su administración está bajo las órdenes de la Corporación de Construcción de Energía de China, una compañía estatal. Para poner en perspectiva su imponente producción, se ha diseñado una capacidad suficiente para abastecer a toda la población de Papúa Nueva Guinea durante un año.

Esta capacidad también podría llegar a suministrar energía más o menos suficiente para Luxemburgo durante el mismo tiempo. Xinjiang, oficialmente conocida como la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, es una zona autónoma de la República Popular China (RPC). Se ubica al noroeste del país, actuando como cruce entre Asia Central y Asia Oriental.

Xinjiang es la división del nivel provincial más grande de China por área y la octava división de país más grande del mundo. Su extensión llega a más de 1.6 millones de kilómetros cuadrados y dispone de una población de alrededor de 25 millones de habitantes. Sus fronteras están compartidas con Afganistán, Kazajistán, Kirguistán, Mongolia, Pakistán, Rusia, Tayikistán e India.

Electrificar el desierto de China ha llevado al país a estar en la lupa del mundo

El censo de la población de Ürümqi en 2020 era de 4 millones, siendo la segunda ciudad más grande del interior noroeste de China después de Xi’an y la ciudad más grande de Asia Central en términos de población. Esta región ha transitado un fuerte desarrollo económico desde la década de 1990. En la actualidad, actúa como un centro de transporte regional y un centro cultural, político y comercial.

La nueva planta de energía se trata del último proyecto de la región, un añadido que refuerza todavía más la creciente capacidad de producción de energía solar de China. El año pasado, la Administración Nacional de Energía de China publicó que la capacidad de producción de electricidad solar del país subió un 55,2% en 2023. Las cifras resaltan más de 216 gigavatios (GW) de energía solar que China levantó durante el año.

En definitiva, el mundo está pendiente de China por la electrificación de su desierto, un panorama compartido con la llegada de una planta fotovoltaica más grande que Andorra.