La brillante esfera de fuego que supone el Sol es uno de los recursos más necesarios para la vida humana. Proporciona calor y luz, además de tratarse de un bien necesario para el óptimo funcionamiento del ciclo del agua y el clima. Ante la importancia que supone el astro, China ha decidido inmiscuirse en un proyecto de lo más arriesgado.
Es complejo, pero también viene de la mano de un gran número de beneficios. La mayoría de los recursos energéticos que tiene la humanidad para producir electricidad están vinculados de forma directa o indirecta con la radiación solar. El Sol está presente en otros procesos más allá de la energía solar.
Uno de ellos es el realizado en la energía eólica, que se abastece con la fuerza del viento. No depende directamente del Sol. Sin embargo, la radiación solar es vital para presenciar diferentes temperaturas en la atmósfera que originan vientos. Dichos vientos son la fuerza motriz tras las turbinas eólicas, que transforman la cinética del viento en electricidad.
China está dispuesta a lo que sea por tomar la energía del Sol: incluso a esto
Tras saberse que el 25% de la electricidad de China proviene de la solar y la eólica, ha salido a la luz el arriesgado proyecto en el que China está involucrada. El país asiático ha comenzado a trabajar en una innovadora iniciativa para asentar la primera planta solar en el espacio.
Se trata de un proyecto que podría revolucionar la manera de crear energía. El objetivo vital del plan es recopilar energía del Sol de forma constante y mandarla a la Tierra. En caso de materializarse, este hallazgo alzaría a China como un país pionero en la proliferación de tecnologías de energía renovable y la exploración espacial más puntera.
Lo que se pretende con este proyecto es instalar una planta solar en órbita geoestacionaria. Corresponde a un lugar privilegiado. Permite que los satélites permanezcan sobre el mismo punto de la Tierra, a alrededor de 36 000 kilómetros de altitud.
En esta ubicación, la central solar podría aprovechar la luz del Sol constantemente. Aspecto con el que evitaría interrupciones en la Tierra resultan inevitables por la rotación planetaria y a condiciones meteorológicas adversas.
La energía capturada se convierte enmicroondas o rayos láser de alta potencia. gracias a los paneles solares Los mismos dispositivos los enviarán de manera inalámbrica a estaciones receptoras de la Tierra.
Cómo funciona el revolucionario proyecto solar de China
Las estaciones serán las encargadas de reconvertir la energía en electricidad, preparada para distribuirse por la red eléctrica. El despliegue de este proyecto ha sido planificado en múltiples fases. La primera etapa estará marcada por pruebas de producción y transmisión de energía en órbitas bajas para 2028.
Esta fase inicial es crucial para validar las tecnologías en un contexto espacial controlado. Si las pruebas resultan satisfactorias, se concretará el proyecto de una estación solar en órbita geoestacionaria para 2030, con una capacidad inicial de producción de hasta un megavatio.
En etapas siguientes, se plantea subir la cantidad a gigavatio, rozando la producción de una planta nuclear moderna. Pero con la particularidad de que se utilizaría una fuente energética limpia e inagotable.
China se prepara para tomar la energía solar desde el espacio
Para alcanzar este hito, China está fabricando cohetes de gran capacidad. Es el caso del Long March 9 (CZ-9), elaborado para transportar los componentes óptimos para ensamblar la planta solar en el espacio. El cohete puede compararse en capacidad al Starship de SpaceX, clave para concretar el proyecto, puesto que el ensamblaje de una central solar en el espacio supone un enorme desafío técnico y logístico.
Podríamos estar ante el proyecto más arriesgado de China. Y todo para tomar la codiciada energía del Sol. Algo que ya está tratando de lograr desde la Tierra con el Santo Grial de la energía solar.