Las energías renovables son cada vez más utilizadas, ya que cuidan nuestro planeta y nos ahorran mucho dinero, sin embargo, los grandes proyectos, necesitan grandes espacios y China lo sabe. En búsqueda de soluciones el gigante asiático ha decidido que no utilizará una superficie terrestre, pero tampoco el mar, sino que construirá en lo más alto del mundo, pero ¿Cómo es posible esto?
Construyendo energía limpia
Una de las energías renovables más utilizadas es la energía eólica, que nos permite convertir el viento en electricidad, sin embargo, las turbinas gigantes ocupan demasiado espacio, lo que ha puesto ha puesto un límite a la cantidad de energía que podemos conseguir.
Pero China, la fábrica tecnológica del mundo, ha decidido saltarse este problema mirando directamente hacia el cielo. El país está liderando una carrera global para aprovechar una fuente de energía tan inmensa que podría cambiar las reglas del juego.
Entre los 500 y 10 000 metros, el viento es mucho más fuerte y constante que en la superficie, de hecho, un mismo generador a 1000 metros de altura puede captar 27 veces más energía que si estuviera a ras de suelo, así que China ya aprovechará esta ventaja.
China construye en las alturas
Si te sorprendiste con el material del futuro, que era invisible, quédate porque ahora, el gigante asiático ha construido un dirigible gigante llamado S1500, que mide 60 metros de largo, y es la primera «turbina eólica aérea» de gran escala del mundo.
Pero el S1500 no se parece en nada a las turbinas de siempre, pues no necesita una torre ni cimientos profundos, lo que permite ahorrar el 40% de los materiales y reduce el costo de la electricidad generada en un 30%.
Este dirigible funciona como un Zeppelin eólico. Su estructura tiene alas que forman un túnel aerodinámico y dentro de ese túnel giran 12 pequeños generadores, que transforman el viento constante en electricidad.
Los protagonistas detrás de esta innovación son SAWES Energy Technology y la Universidad de Tsinghu y su principal ventaja es su flexibilidad, pues el sistema completo puede montarse y trasladarse en pocas horas.
Esto lo convierte en una solución perfecta para lugares aislados, como islas que no tienen red eléctrica, zonas mineras o comunidades que viven en medio del desierto, de hecho, ya ha pasado pruebas con éxito en entornos extremos de la región de Xinjiang, en China.
La magia de la energía en el cielo
Con este invento, los ingenieros ya no tendrán que preocuparse por dónde poner las turbinas, porque los vientos de altura no le quitan espacio a las ciudades, a las granjas o a los cultivos y eso no es todo, porque el S1500 va más allá de solo generar electricidad.
Su capacidad para despegar e instalarse en poco tiempo le da un gran valor estratégico en emergencias, por ejemplo después de un terremoto, una inundación o un incendio, el dirigible podría volar rápidamente a la zona del desastre.
El gobierno chino ha apoyado este proyecto desde 2016, incluyéndolo en su plan de desarrollo energético y aunque la tecnología está todavía probándose a nivel comercial, el éxito del S1500 ya está llamando la atención de otros países.
Regiones con terrenos difíciles, como la cordillera de los Andes o grandes zonas desérticas, podrían beneficiarse enormemente de esta solución de energía flexible y autónoma que viene de lo más alto del mundo.
Sin duda este proyecto es la prueba de que el futuro de la energía limpia está en soluciones grandes y diferentes, pues mientras que el mundo sigue peleando por el espacio en la superficie para poner turbinas, China ha encontrado una manera de aprovechar el viento en las alturas, una idea tan innovadora como este sistema que podría cambiar el mundo.