Corea del Sur tiene en su poder un sistema revolucionario para la energía solar. Su sola existencia realza la importancia que ya tiene en el sector energético. El recorrido de la energía solar es largo y apasionante. Se remonta a varios siglos atrás, cuando los seres humanos comenzaron a usarla para calentar agua y cocinar alimentos.
Pero no fue hasta la década de 1950 que la energía solar comenzó a verse como una opción viable y posible a los combustibles fósiles. Con el paso del tiempo, el ser humano fue otorgándole más y más entidad. Actualmente, la energía solar es una de las fuentes de energía renovable más relevantes.
Se utiliza en todo el planeta para producir electricidad y brindar calor. Su importancia llega hasta tal punto que expertos internacionales analizan diariamente nuevas formas de que la tecnología sea más eficiente. Así es como hemos llegado al Santo Grial de la energía solar de la mano de Corea del Sur.
Corea del Sur nos da una lección con la energía solar
Tras hacerse público que la hibridación entre baterías y energía solar es una apuesta segura, ha salido a la luz el último gran descubrimiento de Corea del Sur. Un grupo de investigadores surcoreanos (del Daegu Gyeongbuk Institute of Science & Technology y Samsung Electronics) ha creado un sistema eólico que limpia paneles solares.
Recupera hasta el 96% de su eficiencia sin energía externa. Este equipo ha dado un paso de gigante a fin de resolver uno de los mayores problemas de la energía solar: la acumulación de polvo. Han realizado esta acción sin el uso de agua, energía eléctrica externa y soluciones costosas o poco sostenibles.
El mecanismo está basado en generador triboeléctrico rotacional de tres fases (RTENG). Hace uso de la energía del viento para brindarle abastecimiento a una pantalla electrodinámica (EDS) que erradica el polvo de los paneles solares. Es un aparato autosuficiente, pero eso no es lo más revolucionario.
Además, dirige el polvo hacia una sola dirección, logrando en el camino una limpieza más óptima y controlada. La acumulación de polvo puede bajar la eficiencia de los paneles solares hasta un 30% en espacios áridos. Esto obliga a hacer limpiezas con cierta frecuencia con agua, personal y sistemas mecánicos costosos.
Corea del Sur erradica el problema de los paneles solares: ahora nada parará a la energía solar
En zonas como el norte de África, el oeste de Estados Unidos o Medio Oriente, estas pérdidas de energía significan un fuerte impacto económico y ambiental. Esta nueva tecnología no necesita de agua ni personal para su operación. Evita el empleo de millones de litros de agua al año en instalaciones solares a gran escala.
Sumado a esto, su capacidad para producir hasta 1383 voltios solo con viento y conservar una eficiencia de limpieza del 83,48% sienta un precedente. Las piezas previas que buscan cubrir esta misma función eran menos predecibles y estaban sujetas a la inclinación del panel o la fuerza de la gravedad.
Tiene implicaciones claras en contextos complejos. Por ejemplo, en desiertos o infraestructuras solares instaladas en altura, el método disminuye de forma radical los costes de mantenimiento.
Cabe destacar que en los desiertos el polvo es constante y el agua no abunda. Por otra parte, ejemplos de ubicaciones en altura para instalar paneles solares son tejados industriales o agrícolas.
¿Por qué Elon Musk podría verse atraído por la tecnología de Corea del Sur?
También extiende las posibilidades de tecnologías como estas para ubicaciones más extremas, como bases científicas en regiones polares o futuras misiones espaciales. En estas últimas, la limpieza de paneles solares es crítica y muy difícil de ejecutar.
Es en este punto en el que Elon Musk podría llevar a ver interesante utilizar esta tecnología, concretamente para su proyecto para ir a Marte.
Corea del Sur creó el Santo Grial de la energía solar. Un sistema tan llamativo que podría llegar a cambiar de forma radical el sector energético terrestre y espacial. Aunque en el momento presente es una posibilidad tan remota, como el viaje a Marte. En paralelo, aseguran que Finlandia ha descubierto la pieza del rompecabezas que faltaba en la energía solar.