La peor catástrofe vivida en la historia de España trajo consigo una nueva energía. La evolución de las renovables ya ha superado todas las expectativas. Ante el devastador escenario que nos ha dejado la quema de combustibles fósiles, cargado de calentamiento global y cambio climático, la humanidad necesita acudir a fuentes de energía renovables que puedan satisfacer sus necesidades. Así es como España ya se ha embarcado en ayudas para proyectos de energía renovables y almacenamiento.
En este contexto, el mundo se enfrenta al reto de obtener energías renovables y sostenibles que pueda suplir la creciente demanda energética.
Conforme el sector se percataba de esta demanda, se han ido desarrollando diferentes fuentes de energía alternativa que prometer convertirse en la solución a este problema. Aunque las energías renovables son la solar y la eólica, hay mucha más dispuestas a brillar en estos tiempos.
España tiene una nueva energía en su territorio: es producto de la peor catástrofe de su historia
Barcelona es la protagonista esta vez, dado que se está investigando en su territorio el potencial de la ceniza volcánica de la Isla de la Palma como material alternativo y sostenible para el almacenamiento térmico de energía. Recordemos que La Palma sufrió un episodio grave vinculado a su actividad volcánica en el año 2021 cuando, después de 50 años, tuvo lugar una nueva erupción.
Fue una de las peores catástrofes de la historia de España debido a sus severas consecuencias. Un hombre perdió la vida durante la erupción del volcán. Había ingresado a la zona de exclusión como parte de una cuadrilla de la Guardia Civil para limpiar la ceniza de los tejados y alimentar animales. No obstante, no volvió con el resto de los miembros de la cuadrilla. Lo encontraron al día siguiente en la vivida de uno de sus familiares. El motivo de su pérdida fue la inhalación de gases, según decretó el tribunal supremo de Canarias.
Además, se produjeron daños en infraestructuras, edificaciones, vehículos, sector agrícola y medio ambiente. Echar la vista hacia atrás es sinónimo de oscuridad y devastación. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Barcelona ha descubierto que lo ocurrido guarda una combinación única de propiedades útiles, convirtiendo la ceniza volcánica en un medio de almacenamiento de energía más que eficaz.
A lo largo de la historia, se han explorado diferentes opciones económicas para el almacenamiento de energía térmica y, en otras oportunidades, baterías térmicas de alta eficiencia que trabajan a temperaturas extremadamente altas.
Los materiales más abundantes en los dispositivos más económicos, mientras que otros pueden manejar temperaturas altas utilizando materiales como el estaño líquido y compuestos de carbono. No obstante, la ceniza volcánica podría brindar una solución intermedia perfecta para determinadas aplicaciones.
La peor catástrofe de la historia nos abre la puerta hacia una nueva energía
Cuando el volcán de La Palma (Islas Canarias) entró en erupción en 2021, la zona circundante quedó cubierta por 200 millones de metros cúbicos de roca ígnea y residuos de ceniza. Esta cantidad es abundante y económica, puesto que una gran parte de la ceniza volcánica se emplea en proyectos de ingeniería civil como material de relleno de bajo coste.
No obstante, los investigadores de Barcelona quisieron probar su potencial para almacenar calor. La compactaron en píldoras y la sometieron a ciclos repetidos de calentamiento y enfriamiento entre 250 y 750ºC durante 1.000 ciclos.
Así es como la peor catástrofe de la historia de España trajo una nueva energía. La ceniza volcánica de esta zona española atesora un increíble potencial como material alternativo y sostenible en el sector del almacenamiento térmico de energía (TES) brindando una solución rentable y ahorrativa en el almacenamiento de energía. Esta energía sorprende tanto como la infinita que los expertos mencionan como el ‘Sol’ bajo tierra.




















