El hidrógeno ha adquirido una gran popularidad en los últimos años producto de la búsqueda de nuevas formas de energía sostenible. Así es como llegó al conocimiento público la aparición del hidrógeno convertido en sólido por primera vez. Ahora llama la atención el aterrizaje de un nuevo color de H más valioso que el oro, pero enterrado. Este recurso se torna como una de las opciones para descarbonizar más importantes del momento.
Es uno de los elementos químicos más simples y abundantes, aunque no pueda obtenerse directamente de la naturaleza por aparecer en combinación con otros elementos. Por este motivo, debe procesarse para emplearlo como combustible. Es decir, ha de separarse el hidrógeno de otros elementos, dividiendo moléculas de agua (H2O) o de metano (CH4). Una vez que se ha obtenido el combustible, el H libera energía sin emitir gases contaminantes.
También puede utilizarse como pila para almacenar energía siendo fácilmente transportable. Dependiendo de la forma en que se produzca el H, este puede ser más o menos limpio. Al tener que separar el H de otros elementos, se necesita la aplicación de importantes cantidades de energía para producirlo y, en función del proceso, el H que resulta puede derivar en una huella de carbono diferente y hablar de colores.
Hidrógeno naranja: el más sucio, pero valioso
El hidrógeno naranja adquiere este nombre por un proceso desarrollado por el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS). Algunas formaciones geológicas producen H naturalmente por oxidación-reducción entre el hierro de sus minerales y agua. El hierro adquiere un valor especial. Constituyendo alrededor del 5% de la corteza terrestre, podría transformarse en una imponente fábrica de hidrógeno.
Un equipo de investigadores formados por científicos del CNRS-INSU ha creado una técnica llamada “hidrógeno naranja”. Su objetivo es acelerar la generación natural para aprovechar este recurso en la transición energética. Este H se llama así (naranja) por el color de los óxidos de hierro generados. Entremezcla la producción de hidrógeno con el CO2 secuestración.
El beneficio es que las formaciones geológicas objetivo también pueden utilizarse como depósito para atrapar CO2. Cuando entran en contacto con agua enriquecida con dióxido de carbono se genera una segunda reacción química que acelera carbonatos (CO2 sólido). De esta manera, se evita la contribución al efecto invernadero y el calentamiento global.
La explotación del hidrógeno naranja está basada en pozos de inyección y extracción, parecidos a las centrales geotérmicas. El agua, cargada con anterioridad de CO2, es inyectada en la formación rocosa objetivo por medio de un pozo. Después, se filtra el agua en la roca, genera reacción y deja fuera su CO2, se enriquece con H y se recupera a través de pozos de extracción.
Hidrógeno naranja: el color más misterioso del H
La técnica del hidrógeno naranja ha arrojado buenos resultados en un núcleo de roca de unos pocos centímetros de grosor, pero ahora debe escalarse. Los cálculos de científicos muestran que, bajo nuestros pies, existen millones de años de hidrógeno.
La humanidad necesita nuevos combustibles (como el hidrógeno)
Durante un largo tiempo, la humanidad ha recurrido a los combustibles fósiles para satisfacer sus necesidades. De hecho, han funcionado tan bien que hoy somos testigos de grandes progresos tecnológicos gracias a su uso. Sin embargo, el precio a pagar por su uso es demasiado alto. El cambio climático y el calentamiento global no paran de avanzar, dejando al planeta Tierra en una tesitura complicada.
En la búsqueda de nuevas formas de abastecimiento energético, diferentes compañías y autoridades están poniendo especial énfasis en el hidrógeno, al que muchos llaman “combustible del futuro”. Si quieres saber más sobre los tipos de H, no puedes perderte nuestro artículo sobre los colores del hidrógeno.




















