Japón ha hecho posible la llegada de unos paneles solares que se pliegan solos y están inspirados en un arte milenario. Han causado un impacto mayor que el de los 10 millones de paneles alienados en Dubái. La energía eléctrica ha cobrado un papel tan importante que ya no es posible que nos imaginemos sin ella. Bajo estas circunstancias, los paneles solares juegan un rol fundamental en la creación de energía limpia.
Se trata de pequeñas o grandes plataformas con divisiones que absorben la luz solar, la adhieren y luego generan energía eléctrica. Tienen un diseño sencillo, pero son óptimos ara el consumo energético, tanto en estos tiempos como de cara al futuro, contribuyendo al equilibrio del sistema ambiental.
El origen de los paneles solares se remonta al siglo XIX. Desde entonces, han pasado por múltiples procesos y cambios hasta ser como los conocemos hoy. Frente a los devastadores informes sobre el cambio climático y el calentamiento global, el mundo necesita nuevas formas de energía. Así es como diferentes empresas y expertos del sector se aventuran a crear nuevas piezas que mejoran la eficiencia de los paneles solares.
Japón está detrás de los revolucionarios paneles solares que se pliegan solos
El arte japonés del papel recortado, el kirigami, aplicado a un panel solar plano pero flexible es lo que nos trae a esta noticia. Un artículo que puede doblarse de manera ‘programada’ para seguir el movimiento del sol, incrementando la eficiencia entre un 20 y un 40% respecto a un panel solar fijo tradicional. Hasta ahora, los rastreadores que se usaban para seguir el sol se tornaban demasiado pesados y voluminosos para su implementación en tejados inclinados y superficies de vehículos.
En este contexto, un grupo de investigación de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, han creado unas células solares inspiradas en el kirigami, el arte japonés. Los tejados residenciales de Estados Unidos suponen alrededor del 85% de las instalaciones de paneles solares, según datos oficiales, y estos hechos requerirían de un esfuerzo significativo para soportar el peso de los sistemas de seguimiento solar tradicionales.
Esta nueva tecnología haría posible que, de alguna manera, los tejados se convirtieran en un espacio más eficiente sin refuerzo adicional. El estudio, publicado en la revista científica Nature Communications, repara en que la instalación del panel no cambia nada desde el punto de vista de la persona que lo instala. Sin embargo, por dentro existe una relevante transformación a pequeña escala, ya que la célula solar se divide en pequeños segmentos que siguen la posición del sol al unísono.
El movimiento en el interior del panel fijo se alcanza con el uso de láminas flexibles recortadas de tal manera que cambian la orientación de las células fotovoltaicas según el movimiento de un sistema de raíles para captar la máxima cantidad de rayos solares. Cabe destacar que los investigadores trabajaron de la mano con profesionales de la Escuela U-M de Arte y Diseño de Michigan.
Japón apuesta por unos paneles solares inspirados en un arte milenario
Seguir al sol durante todo el día es un desafío difícil que podría superarse con este producto revolucionario. La técnica consiste en generar células solares inclinadas con formas tridimensionales, limitando el arte del kirigami, lo que permite una importante cantidad de inclinación sin perder demasiada anchura.
El resultado final de este mecanismo podría ser repercutir en enormes beneficios para este tipo de placas solares. Otorgarían más electricidad con la misma cantidad de material semiconductor. Una técnica milenaria de Japón con un gran potencial para hacer brillar a los paneles solares, herramientas energéticas que otras tecnologías (como esta que produce energía con el tráfico) ya han tratado de sacar de circulación.