En la vida, casi siempre tenemos dos opciones cuando se nos presenta un problema, la primera es solo quedarnos a esperar mientras que la segunda es actuar y eso es lo que está haciendo una comunidad en España, actuando y apostando todo por las energías renovables.
España y las energías limpias
Mientras más pasa el tiempo, nos volvemos más dependientes de la electricidad, por lo que la demanda energética crece día tras día y España no es la excepción a este problema, pues con el apagón quedó en evidencia lo dependiente que es de la electricidad.
El inconveniente de esto es que la energía no es un recurso gratuito a menos que provenga de fuentes renovables, como la energía solar o la energía eólica, que afortunadamente se presentan como una opción para proteger nuestro planeta y ahorrar dinero.
Pero no tiene sentido generar energía limpia si no tenemos como almacenarla, por ejemplo, en el caso de la energía solar, necesitamos acumular energía para la noche y en el caso de la energía eólica, aunque el flujo es un poco más constante, también necesitamos reservas por si velocidad del viento baja.
Entonces, aquí tenemos dos grandes problemas. El primero es que somos muy dependientes de la electricidad y y el segundo es que cuando la tenemos, no sabemos almacenarla, sin embargo una comunidad española se está preparando para matar ambos pájaros de un tiro.
La comunidad que apuesta por las energías renovables
Se trata de Cataluña, una comunidad que ha tomado la delantera, pues han aprobado un nuevo Decreto que fomenta el uso de las energías renovables, pero ¿Qué beneficios tiene? El primero es que agiliza la tramitación administrativa de los proyectos de energías renovables, como los parques solares y eólicos.
Y por otro lado, regula e incentiva la instalación de baterías de gran potencia, tanto las que funcionan de forma independiente (stand alone) como las que se hibridan con parques solares y eólicos, por lo que Cataluña tendrá energía incluso cuando las redes en España se apaguen.
De hecho, el gobierno ha declarado que las instalaciones de energías renovables y almacenamiento mediante baterías, tienen condición de interés público superior, lo que significa que son prioridad y pueden instalarse incluso en suelo no urbanizable.
Y por si fuera poco, ya están gestionando 94 iniciativas de almacenamiento de energía utilizando baterías, de las cuales, 87 son baterías independientes que tienen una capacidad total de 920 MW, y 7 están combinadas con fuentes de energía renovable, añadiendo 22 MW más.
Con esto, Cataluña se está posicionando como una de las primeras comunidades autónomas en implementar un marco normativo específico y muy ambicioso para estas tecnologías, preparándose para un futuro energético más distribuido y resistente.
El resto de España se queda atrás
Pero mientras Cataluña avanza, el resto de España parece estar estancada, incluso los expertos del sector energético han señalado que el problema del almacenamiento de energía no es solo técnico, sino también regulatorio y económico.
Hoy en día, las baterías que no son para el autoconsumo, no pueden vender ni comprar energía en los mercados eléctricos de España cuando la red lo necesita, por lo que es muy difícil que sean rentables, sin embargo igual hay algunas tecnologías muy prometedoras.
Por ejemplo, las baterías con función «grid forming» que ayudan a la red a mantenerse estable, o las microrredes locales, que funcionan, por sí solas si hay un problema con la red principal, sin embargo para que estas tecnologías se extiendan se necesitan nuevas normativas.
Pero de momento Cataluña ha optado por adelantarse, demostrando la importancia de crear nuevas normativas que efectivamente fomenten el uso de energías más limpias, pero también de sistemas de almacenamiento, pero a pregunta ahora es si el resto de España estará dispuesta a seguir este ejemplo, sobre todo ahora que los precios de la electricidad se han disparado.