El fin del dominio de China podría ocurrir pronto debido a un hallazgo único. Hace tiempo que se habla sobre la supremacía asiática en el campo de las energías limpias. Al saberse sobre la alta huella ambiental que dejan los combustibles fósiles, la humanidad no ha tenido otra opción más que mirar de cerca a las energías renovables.
En esta línea, han surgido como materiales esenciales los minerales críticos y las tierras raras y gran parte de su dominio está bajo el poder asiático. Estos minerales críticos están presentes en un gran número de productos que hoy se utilizan para concretar la transición energética: baterías, coches eléctricos, turbinas eólicas y paneles solares, entre otros.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que la demanda de minerales críticos se triplicará para 2030 y cuadruplicará para 2040 con el fin de cubrir el objetivo de cero emisiones netas. El problema global radica estos demandados recursos no abundan en el planeta y se focalizan en lugares puntuales, ubicados en su mayoría en China.
De hecho, el país oriental busca invertir en yacimientos ubicados en otros países para controlar lo máximo posible este recurso. La subida de la demanda, la volatilidad de precios y los retos presentes en la cadena de suministro hacen que estos recursos estén día sí y día también en la agencia política global.
China tiembla ante el último descubrimiento de Austria: se viene el fin del litio y las tierras raras
El fin del reinado de China ya se palpaba con esta simple caja rellena de plásticos y residuos agrícolas, pero ahora parece estar más cerca que nunca. Una startup austriaca está detrás de esta realidad. Trae al mundo una tecnología almacenadora de hidrógeno a unos 35 bar con 30 veces más de densidad energética.
Y todo esto sin necesidad de recurrir al litio ni a tierras raras. Hydrosolid ha creado el HIVE S1, un aparato tecnológico que almacena hidrógeno de baja presión. Se trata de una tecnología basada en un nanopolímero patentado capaz de absorber y liberar hidrógeno de forma controlada.
Asimismo, su densidad energética llega hasta 3 kWh por litro y representa un sistema reciclable, seguro y escalable. Aunque la transición energética es de carácter urgente, hasta ahora el almacenamiento de hidrógeno continúa siendo un reto.
Los métodos tradicionales utilizan tanques de alta presión (hasta 1000 bar), haciéndolos más costosos, complejos y potencialmente peligrosos. Todo un desafío que acota su implementación masiva.
Austria propone un sistema de almacenamiento que podría dejar de lado a China: adiós tierras raras
Hydrosolid brinda una nueva producción de almacenamiento de hidrógeno con varios atributos vinculados a la seguridad, ecología y accesibilidad. Propone un mecanismo patente que permite el almacenamiento de hidrógeno a baja presión, descartando los peligros vinculados con las tecnologías actuales y otorgando una independencia de energía real.
La pieza HIVE S1 se alza como una solución diseñada en exclusiva para almacenar, albergar y movilizar hidrógeno. Desempeña su función de forma segura, compacta y eficiente. Para ello, emplea un nanopolímero de tecnología punta que toma el hidrógeno a temperatura ambiente y después lo libera de forma suave por medio de un discreto calentamiento.
Potencial del sistema que podría fulminar a China
El potencial de Hydrosolid supera el almacenamiento eficiente, puesto que es capaz de descarbonizar sectores clave (como el transporte, industria y producción eléctrica), simplifica la descentralización de energía, acota la explotación de tierras raras y litio y, además, agiliza la adopción del hidrógeno verde.
Así, con la llegada de este dispositivo capaz de combatir la crisis climática a base de partículas de hidrógeno, España y el mundo entero podrían dejar de depender de la temible China. Una China que hace poco se ganó la mayor lotería de la historia con la mina más valiosa del mundo.