Ecologistas hacen un llamamiento a vecinos y ayuntamientos afectados para que hagan alegaciones contra el proyecto fotovoltaico que se pretende desarrollar en suelo rural protegido en Guadalix de la Sierra y Miraflores de la Sierra.
Los ecologistas denuncian que afectará a un valioso paisaje y hábitat, y que la construcción en dos parcelas diferentes obligará a instalar una línea eléctrica entre ellas de 5,5 kilómetros de longitud, más la que las conectará con la subestación de Miraflores, de unos 2,44 kilómetros.
Estas líneas eléctricas, de 20.000 voltios, ocuparán suelo para las torres, y provocarán, según Ecologistas en Acción, la segmentación del territorio, el deterioro del paisaje y la calidad de los caminos, la eliminación de vegetación y afecciones a la fauna, sobre todo a las aves, pero también a la salud humana. El proyecto se encuentra en este momento en periodo de alegaciones a la petición de autorización de una ‘planta solar fotovoltaica industrial’ de 11,84 MW.
Proyecto fotovoltaico ‘Miraflores’
Ante el anunciado proyecto fotovoltaico “Miraflores”, ecologistas hace un llamamiento a los vecinos y vecinas y a los Ayuntamientos afectados a presentar alegaciones para evitar la ocupación industrial de más de 47 hectáreas de suelo rural protegido en Guadalix de la Sierra y Miraflores de la Sierra, con la instalación de dos polígonos de 18.700 paneles fotovoltaicos y unos ocho kilómetros de líneas y torres eléctricas, afectando un valioso paisaje y hábitat y también a los núcleos urbanos de Guadalix y Soto del Real, de los que distan solo 455 m y 690 m.
El 13 de enero de 2025 fue publicada en el BOCM la apertura del período de información pública (alegaciones) por el plazo de un mes, de la petición de autorización administrativa y aprobación del proyecto de una planta solar fotovoltaica de 11,84 MW, con 18.750 paneles solares fotovoltaicos y 36 inversores, más otras instalaciones, a situar en dos parcelas, una en Guadalix de la Sierra (de 41.98 hectáreas) y otra en Miraflores de la Sierra (de 5,48 hectáreas)
En este caso, además de la pretensión de ocupar y destruir el suelo vivo en más de 47 hectáreas, al querer situar las plantas fotovoltaicas en dos parcelas diferentes, implicaría la construcción de una línea eléctrica entre ellas de 5,5 Km de longitud, más otra línea que las conectara con la subestación de Miraflores, de unos 2,44 km.
En total unos 7,94 Km de nuevas líneas eléctricas de 20.000 voltios, con numerosas torres y con ocupación de suelo público y fincas privadas, segmentación del territorio, deterioro del paisaje y de la calidad de los caminos y paseos, eliminación de vegetación y podas recurrentes, afección a la fauna, sobre todo a las aves, y también a la salud humana, entre otros aspectos.
Como aparece reflejado en la Resolución de la Dirección General de Transición Energética y Economía Circular, por la que se formula el Informe de Impacto Ambiental de este proyecto, su construcción se pretende en unas zonas de:
- Montes Preservados, situadas en el Área de Influencia Socioeconómica del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en la Zona de Transición del Plan Ordenación Recursos Naturales Sierra de Guadarrama y Zona de Transición de la Reserva de la Biosfera Cuencas altas de los ríos Manzanares, Lozoya y Guadarrama.
- También, el tendido eléctrico de evacuación cruza el corredor ecológico primario “Lozoya” en su tramo de “Soto del Real” en unos 827 m. Por otro lado, el proyecto se desarrolla íntegramente sobre Hábitats de Interés Comunitario: en la zona noreste aparecen los HICs: 5210 Matorrales arborescentes de Juniperus spp, 6220* Zonas subestépicas de gramíneas y anuales del Thero-Brachypodietea (hábitat prioritario) y 91B0 Fresnedas termófilas de Fraxinus angustifolia. En la parcela suroeste encontramos el 6220* y el 91B0 más otros dos distintos, el 6510 Prados pobres de siega de baja altitud y una superficie reducida de 4090 Brezales oromediterráneos endémicos con aliaga.
- El proyecto se asienta sobre pastizales con algunos ejemplares de frondosas. La parte norte de la parcela “Miraflores Noreste” cuenta con bosquetes de fresno (Fraxinus angustifolia), y roble melojo (Quercus pirenaica). En la parte sur también aparecen dichas especies, pero con una distribución diseminada, además de encinas (Quercus ilex) dispersas, predominando las praderas de herbáceas anuales, una orla espinosa de endrinos (Prunus espinosa) y espino blanco (Craetagus monogyna) y otras especies del género Rosa spp. y Rubus spp., además de matas de lavanda (Lavandula stoechas) y herbáceas anuales.
- La parcela “Miraflores Suroeste” se encuentra en una llanura encharcable de naturaleza granítica, en la que se encuentra, al norte, una amplia extensión de pradera expuesta al ramoneo del ganado vacuno y equino con especies de herbáceas nitrófilas acompañadas de arbolado disperso de fresno (Fraxinus angustifolia) en dehesa.
- En relación con los impactos del proyecto según el análisis derivado del procedimiento ambiental, se considera que en la fase de obra las afecciones más relevantes están relacionados con la ocupación de suelo, el desbroce y despeje de vegetación (forestal, en ocasiones de apreciable magnitud), el tránsito de maquinaria, la apertura y adecuación de accesos y el movimiento de tierras. Estas acciones producirán impactos sobre la vegetación, el suelo, la hidrología, y los espacios naturales protegidos.
- La eliminación de la cubierta vegetal conlleva a su vez, aumento de los procesos erosivos y pérdida de suelo fértil, además de la transformación o pérdida de hábitats para la fauna. En concreto, debido a que las instalaciones se ubican sobre pastizales con frondosas, las especies que podrían verse más perjudicadas por este impacto son los pequeños mamíferos o las aves esteparias de hábitos terrestres que ubican sus nidos en el suelo, en pastos altos, ya sea escondidos entre la vegetación o simplemente camuflados con el terreno.
- También se producirían modificaciones del relieve y de la red de drenaje natural, presentando un riesgo de arrastre de materiales, especialmente en la cercanía al rio Guadalix, y del Arroyo del Endrinal, y de contaminación del suelo por derrames accidentales de aceites, hidrocarburos u hormigón.
- La parcela “Miraflores Noreste” y el inicio de la línea se encuentran en la unidad paisajística “Miraflores de la Sierra”, donde tanto la calidad como la fragilidad del paisaje se catalogan como Media-Alta.
Ahora estamos en periodo de alegaciones
Además, la parcela situada en el término de Guadalix de la Sierra (Los Batanes) está a solo 455 m del núcleo urbano y a unos 415 metros de las primeras casas de la urbanización Las Cumbres, y la situada en Miraflores (Majalahita) a solo 690 m del núcleo urbano de Soto del Real, a unos 34 metros de los primeros inmuebles de ese municipio y a poco más de 1 km de la urbanización Los Pinarejos.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Miraflores de la Sierra ha sido el único de los afectados que respondió con un informe a la consulta que les hicieron llegar en junio de 2024 sobre el proyecto, aunque no sabemos, porque no ha sido publicado, en qué sentido lo hizo. Mientras que los de Guadalix de la Sierra y Soto del Real, los más afectados, ni siquiera respondieron.
Ahora, que estamos en periodo de alegaciones, que cualquiera puede presentar, esperamos que las organizaciones sociales, los grupos municipales con conciencia ecologista, los vecinos y vecinas y los Ayuntamientos aprovechen para manifestar su visión al respecto.
Aunque tenemos que una dificultad añadida a la complejidad de estos asuntos y es que no se han hecho públicos los documentos del proyecto y que solo se permite consultarlos personalmente en el Área de Instalaciones Eléctricas de la Dirección General de Transición Energética y Economía Circular, sita en la calle Ramírez de Prado, número 5 bis, de Madrid, previa petición de cita en el correo: instalaciones_electricas@madrid.org, tal como se dice en el BOCM del 13 de enero del corriente, lo que contraviene, a nuestro juicio, la necesaria transparencia del proceso y la legislación al respecto. Más aun, en ese correo no se responde a la petición de cita, sino que se contesta informando de una larga lista de instancias, sin que ninguna sea específica.
Ecologistas resaltan también que el despliegue de miles de hectáreas de polígonos fotovoltaicos en la Comunidad de Madrid, especialmente en el sur, sureste y suroeste de la misma (y muchas más en las provincias limítrofes) se está haciendo sin que exista una planificación previa, ni una distribución racional, ni una normativa rigurosa, sino que se hace solo en base a los intereses y las iniciativas puntuales de capitales privados, que en muchos casos impulsan estos proyectos para revenderlos y especular con ellos.
Consideramos que los paneles fotovoltaicos deben instalarse en zonas industriales, en infraestructuras y sobre los inmuebles propicios, prioritariamente para el autoabastecimiento de las poblaciones, de los edificios públicos, las cooperativas energéticas, etc., antes de permitir que ocupen suelo vivo.
Hay que señalar que existe un estudio elaborado en la Universidad Complutense, de hace diez años, en el que tras una detallada evaluación se dice que el 80% de la energía eléctrica que se consume en el municipio de Miraflores podría provenir de placas solares instaladas en los inmuebles que es factible.
Consideramos también que intentar disminuir la carbonización del modelo energético no debe hacerse generando otros problemas ambientales y destruyendo hábitats naturales, rurales y zonas agropecuarias que no solo también descarbonizan, sino que contribuyen a regular el clima y que además necesitaremos cada vez más para producir alimentos, para mantener la vida y la calidad de la misma.
La construcción de estos dos polígonos fotovoltaicos supondría una obra civil con las siguientes acciones:
- Se prevé un desbroce y limpieza del terreno, con medios mecánicos. Se hará una posterior nivelación para la instalación de los seguidores, quedando el terreno con una pendiente máxima de un 12%.
- Se realizarán las excavaciones destinadas a la ejecución de viales, cimentaciones de los centros de transformación y la ejecución de las zonas de faena.
- El material resultante de la excavación que no pueda ser aprovechado será transportado al vertedero autorizado más cercano a la ubicación del parque solar.
- Construcción de caminos internos y acondicionamiento de accesos mediante un aporte de tierra o zahorra artificial.
- Se realizará un sistema de drenaje de recogida de escorrentía de las zonas colindantes mediante la ejecución de cunetas de guarda junto a los trazados de los caminos.
- Se realizarán las cimentaciones de los seguidores solares y la excavación de zanjas para el cableado. La cimentación para los seguidores solares quedará pendiente de la realización de un estudio geotécnico de la zona. Esta instalación preferente sería por el método de hincado.
- Se instalará un vallado perimetral de tipo cinegético de malla de simple torsión de acero galvanizado con aperturas de dimensiones 600×400 mm que permitan así la permeabilidad de fauna de mediano tamaño.
- Consideramos que no se puede fomentar la deforestación, la ocupación desordenada y compulsiva del territorio, la pérdida de tierras rurales y agropecuarias, la pérdida de biodiversidad, el afectar gravemente al paisaje, destruir fauna y flora, etc., intentando hacer creer que se trata de lo contrario y pidiéndonos que asumamos esos efectos negativos sobre aspectos vitales, en función de lo que hoy por hoy solo es un nuevo negocio y una tecnología que nos quieren presentar, una vez más, como salvadora, a pesar de que sus muchas limitaciones y graves implicaciones (inmenso consumo de otros minerales limitados que implica, fomento de una minería de enorme escala y gran impacto negativo en los ecosistemas, que está fomentando el neocolonialismo, los golpes de Estado y las guerras en los territorios y países que los contienen, corta vida útil de los paneles solares y sus reducidísimas opciones de reciclaje, etc.) ponen también en duda su carácter social y sostenible.
Detener la instalación de los ‘proyectos fotovoltaicos industriales’ en la Comunidad de Madrid
Además hay que tener en cuenta que la producción de energía proveniente de fuentes renovables no está reduciendo el consumo de combustibles fósiles, pues éste se viene incrementando lo mismo que el consumo global de energía, en unos momentos en que debería ser un objetivo global reducir el inmenso derroche energético, fundamentalmente el de las clases privilegiadas y el de los países enriquecidos.
Otro aspecto a considerar es que si este tipo de instalaciones llegaran a producir la totalidad de la electricidad que actualmente se consume en el país, producirían solo el 25% del total de energía que consumimos, pues el 75% restante del consumo energético no es eléctrico, sino fundamentalmente de combustibles fósiles y muy difícil de electrificar (minería, industria pesada, maquinaria agrícola, transporte de mercancías, etc.) y más difícil aun de hacerlo sin crear más tensiones productivas, sin llegar a nuevos límites del crecimiento y sin generar nuevos problemas medioambientales y de residuos.
Ecologistas defienden que esta compleja situación en la que estamos el conjunto de la humanidad solo es abordable desde una perspectiva de disminución del consumo energético y material, y que esa reducción solo es posible si se hace de una manera democrática y socialmente justa, es decir, que no se haga a costa de la población con menores recursos.
Somos conscientes de la dimensión de esta tarea, pues esta opción implica tomar las riendas del decrecimiento desde las mayorías sociales, arrebatando las decisiones a los grandes capitales y a sus valedores políticos. Vivimos, y cada vez más personas lo empezamos a saber o intuir, en un sistema, el capitalismo, que en su adicción al crecimiento continuo está chocando con los límites materiales, biológicos, climáticos, etc., del planeta, poniendo en peligro el equilibrio necesario para mantener una vida humana que merezca ese nombre.
Además que es necesario detener la instalación de los proyectos fotovoltaicos industriales en esta región hasta que no se analicen estos aspectos y se realicen estudios detallados que permitan planificar cuántos se necesitan, para qué se necesitan, dónde se podrían instalar y dónde no. Una planificación que debe tener un carácter democrático y participativo, estar basada en el interés social y ser técnicamente rigurosa.
Mientras tanto el gobierno central y el de la Comunidad de Madrid, además de negarse a hacer esa planificación y esos estudios y de estar autorizando la ocupación de suelos rurales y protegidos, declaran por principio las plantas fotovoltaicas privadas de “utilidad pública”, lo que además de facilitar que se salten protecciones ambientales y se creen nuevas “zonas de sacrificio” o “territorios de sacrificio”, permite la expropiación forzosa de parcelas rústicas para construir esas plantas fotovoltaicas y eólicas de capital privado, aun cuando sus propietarios/as deseen mantener su carácter rural o agropecuario.
Más aun, en la Ley Ómnibus recién aprobada en la Comunidad de Madrid, se han introducido nuevos elementos que permiten al gobierno regional saltarse los Planes Generales de los Ayuntamientos con estos fines.
La imprescindible reducción drástica del uso de los combustibles fósiles que necesitamos para intentar paliar la gravísima emergencia climática a la que nos enfrentamos tiene, a nuestro juicio, que salir del debate simplificado que se nos intenta presentar como si solo hubiera que afrontar la descarbonización y la misma se soluciona con un cambio de tecnologías, sin afrontar el modelo de producción, consumo y vida.
Desgraciadamente son varios y graves los efectos que sobre la biosfera ha creado el modelo de crecimiento industrial, generando un rapidísimo y elevadísimo calentamiento global y afectando también de manera muy rápida y peligrosa a otros límites materiales que son también determinantes para mantener la estabilidad de la vida humana en el planeta.




















