Una respuesta masiva. Es lo que se ha tenido de la ciudadana a la hora de expresar su rotundo rechazo a cualquier intento de retroceder en las leyes de medio ambiente de la Unión Europea. Y eso que apenas han pasado 10 días desde que organizaciones ecologistas pusieran en marcha la campaña #HandsOffNature.
En este breve tiempo, cerca de 200000 europeos han puesto en evidencia su malestar en este sentido. Una respuesta que traslada la firme voluntad de la ciudadanía de defender los avances logrados en materia climática y de conservación.
Los europeos muestran su malestar con la simplifación de la normativa medioambiental de la UE
En solo diez días, se han recibido 196.118 mensajes de ciudadanas y ciudadanos europeos movilizados por la campaña #HandsOffNature, instando a la Comisión Europea a que detenga cualquier retroceso en las leyes ambientales de la UE bajo el pretexto de la «simplificación».
A finales de julio, la Comisión Europea lanzó una consulta pública para recabar la opinión de ciudadanos, empresas y organizaciones de la UE sobre cómo reducir las cargas administrativas de la legislación medioambiental. Esta propuesta forma parte de la actual ola de «simplificación» destinada a reducir la burocracia empresarial: decisiones más rápidas, menos trámites y normas más claras.
Ante ello, diversas organizaciones ecologistas pusieron en marcha en España la campaña internacional HandsOffNature, ya que consideran que no puede justificarse el debilitamiento del andamiaje normativo en la UE. Aseguran que se está viviendo un retroceso en protección ambiental, y los retos del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, Acuerdo de París, y la Estrategia de la UE sobre biodiversidad para 2030 aún están lejos de alcanzarse.
El escenario dibujado por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, y la afección a la salud y a un derecho humano al medio ambiente, ahora y para las generaciones futuras, debe estar presente para la Comisión Europea en todas las iniciativas que emprenda.
Simplificar la normativa ambiental podría suponer un amplio espectro de cambios en las leyes que podrían afectar directa y negativamente a la ciudadanía, desde reducción de los controles ambientales en los procesos productivos que afecten al agua y a la atmósfera, relacionados con la responsabilidad medioambiental, hasta la reducción de los espacios de información y participación en materia de medio ambiente, pilares de la democracia participativa.
¿Qué opinan los ciudadanos europeos?
A nivel internacional esta convocatoria ha suscitado una respuesta sin precedentes: casi doscientas mil personas han escrito para oponerse al retroceso medioambiental y exigir medidas de protección aún más estrictas. En sus mensajes, hacen hincapié en la urgencia de proteger la naturaleza para las generaciones presentes y futuras, defender la salud pública, prevenir la deforestación y la contaminación del agua, y preservar los avances logrados con tanto esfuerzo gracias a la legislación medioambiental de la UE.
«La ciudadanía de la UE estamos defendiendo la naturaleza y nuestro mensaje a la Comisión Europea es alto y claro: no toquen la naturaleza ni las leyes que nos protegen. Las leyes europeas sobre la naturaleza están teniendo un impacto real. Necesitamos una aplicación y un cumplimiento más estrictos. Si sigue socavando estas leyes, la UE no solo desafiará la voluntad de sus ciudadanos, sino que también pondrá en peligro nuestra salud pública y nuestro futuro».
«La normativa ambiental desarrollada e implementada durante décadas en la Unión Europea está teniendo un impacto real y positivo, generando un espacio de seguridad jurídica único en el mundo. Las directivas y reglamentos que regulan el buen estado de las aguas, establecen controles para la contaminación y las emisiones, la protección de los hábitats y las especies, el registro de las sustancias químicas…. configuran un fuerte entramado que no necesita simplificarse. Lo que es realmente necesario es garantizar su cumplimiento«, añaden.
«Simplificar y reducir las obligaciones derivadas de estas regulaciones socavaría esta seguridad, poniendo en peligro la salud y el medio ambiente en la UE, ahora y para las generaciones futuras. En cuanto a la forma en que la Comisión Europea ha realizado la consulta, con escasa información y tiempo para la participación, no está alineada en absoluto ni con el espíritu democrático y participativo de la UE ni con los principios del Convenio de Aarhus sobre información, participación y derecho a la justicia en materia de medio ambiente«.
Ahora se espera que la Comisión Europea profundice en los comentarios recibidos en el marco de la convocatoria de presentación de pruebas y presente su paquete de medidas ambientales antes de que finalice 2025.
En conclusión, tanto los responsables de esta campaña como los ciudadanos adheridos a la misma insisten en que las políticas de sostenibilidad, la protección de la biodiversidad y las medidas de reducción de emisiones no deben verse como un obstáculo económico, sino como una inversión imprescindible para garantizar el futuro. La defensa del medio ambiente no es negociable y cualquier paso atrás sería inaceptable como aseguran 200000 europeos. ECOticias.com