Los azudes como el de Trankaz, también conocidos como presas de derivación son construcciones hidráulicas que se colocan en los cursos de agua con el propósito de elevar temporal o permanentemente su nivel, pero sin llegar a almacenar una gran cantidad, como sucede con una presa.
Su diseño es mucho más simple que el de las presas y, en general, se construyen en ríos o arroyos con el objetivo de derivar, regular o distribuir el flujo de agua. El problema es que con el tiempo, estas construcciones quedan obsoletas y pueden impedir la correcta circulación fluvial.
Demolición parcial del azud de Trankaz
La Agencia Vasca del Agua – URA ha llevado a cabo la demolición parcial del azud de Trankaz y la restauración de la margen derecha del arroyo Portu, en el municipio de Hernani (Gipuzkoa). Esta actuación, alineada con los objetivos de recuperación del buen estado ecológica de los ríos de Euskadi marcados en la Planificación Hidrológica, busca mejorar la conectividad fluvial y favorecer la biodiversidad del ecosistema acuático.
Los trabajos han durado 1,5 meses, distribuidos en dos etapas de ejecución y la realización de plantaciones en otoño. La inversión ha ascendido a 55.192,18 €. El azud de Trankaz, construido originalmente para abastecer a la cantera Santa Bárbara de Hernani, quedó en desuso desde 2009. Su permanencia en el cauce suponía una barrera para la fauna piscícola y un obstáculo para la circulación natural de sedimentos, afectando la dinámica fluvial del arroyo Portu, afluente del río Urumea.
La dinámica natural del agua
La intervención ha consistido en la demolición parcial del azud, eliminando 5,6 metros de su estructura para permitir la libre circulación del agua y de los peces. Se ha mantenido un pequeño tramo en la margen izquierda para garantizar la estabilidad del terreno y la protección de una infraestructura de saneamiento.
Además, se ha procedido a la restauración de la margen derecha del arroyo mediante la eliminación de estructuras obsoletas, la regeneración del terreno y la revegetación con especies autóctonas. Estos trabajos contribuirán a mejorar la calidad del hábitat fluvial y reforzar la capacidad de adaptación del ecosistema ante posibles eventos extremos.
La demolición de presas y azudes en desuso como la de Trankaz, forma parte de las estrategias de restauración fluvial promovidas por URA y las instituciones ambientales europeas. La eliminación de estas barreras facilita la migración de especies piscícolas, permitiendo su acceso a zonas de reproducción y alimentación; posibilita de nuevo el transporte natural de sedimentos (mejorando la estructura del cauce y reduciendo los procesos erosivos); aumenta la calidad del agua al favorecer una mayor oxigenación y reducir la acumulación de materia orgánica y contribuye a la recuperación del paisaje fluvial y la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos y ribereños.




















