La degradación del suelo es una de las amenazas ambientales más silenciosas, pero decisivas para el futuro de las Islas Baleares que está sufriendo un grave proceso de desertificación que se nota en todas las islas, pero que en mallorca tiene un carácter muy acusado.
La erosión acelerada, la pérdida de cobertura vegetal, el abandono de las prácticas agrícolas tradicionales y los cambios en el uso del suelo —sumados al impacto del cambio climático— dibujan un escenario complejo de desertificación en Mallorca que exige herramientas más precisas para anticipar y mitigar riesgos.
En este contexto, la Universitat de les Illes Balears se ha situado a la vanguardia de la innovación científica con el proyecto Med-GeoSoil, una iniciativa que combina monitorización ambiental e inteligencia artificial para entender y predecir cómo evolucionan los procesos de degradación de los suelos mediterráneos.
Cómo la desertificación amenaza campos, agua y pueblos rurales
Investigadores del grupo ‘MedGeoRisk’ del Departamento de Geografía de la UIB y del Observatorio de Riesgos Naturales y Emergencias de Baleares (RiscBal) están llevando a cabo un proyecto monitorización terrestre que incorpora inteligencia artificial para combatir la degradación del suelo en Mallorca.
La Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico financia el proyecto Med-GeoSoil, que permitirá desarrollar herramientas innovadoras para predecir la degradación del suelo y mejorar la gestión sostenible del territorio en entornos mediterráneos, ha indicado la universidad en un comunicado.
El proyecto ‘Monitorización terrestre e inteligencia artificial: indicadores y estrategias contra la desertificación en ambientes mediterráneos (Med-GeoSoil)’ tiene el objetivo de mejorar las herramientas de análisis, seguimiento y pronóstico de la degradación del suelo y la desertificación en el contexto de cambio climático y de los usos del suelo en entornos mediterráneos.
La inteligencia artificial predice erosión antes del daño
El proyecto combinará el seguimiento continuo de los flujos hidrosedimentarios en la cuenca del torrente de Sant Miquel (en Mallorca) con el uso de algoritmos de aprendizaje automático para predecir procesos de erosión y transporte de sedimentos.
Además, los investigadores del grupo ‘Mediterranean Geosystems and Natural Risks’, MedGeoRisks, desarrollarán un sistema autónomo de trazado del sedimento basado en espectrometría del suelo y teledetección, que permitirá analizar la dinámica erosiva en distintas escalas espaciales y temporales.
La integración de estos conjuntos de datos facilitará la modelización de la respuesta ecogeomorfológica del territorio bajo condiciones climáticas y de usos del suelo pasados, presentes y futuros, identificando umbrales críticos de degradación y evaluando su impacto sobre la conectividad sedimentaria y la funcionalidad de los ecosistemas.
Med-GeoSoil: ciencia aplicada para salvar suelos baleares
Los resultados contribuirán a definir indicadores clave para la gestión sostenible del suelo y del agua, que se incorporarán al visor de riesgos naturales del Observatorio RiscBal.
El proyecto está Financiado por la Fundación Biodiversidad a través del FEDER y liderado por el grupo de investigación MedGeoRisk – Mediterranean Geosystems and Natural Risks del Departamento de Geografía de la UIB, junto con el Observatorio de Riesgos Naturales y Emergencias de las Islas Baleares (RiscBal) y se extenderá de 2025 a 2028.
Con este proyecto, la UIB y RiscBal sitúan a las Islas Baleares en primera línea de la investigación sobre degradación del suelo en entornos mediterráneos, uno de los ecosistemas más vulnerables a la desertificación en Europa. Seguir leyendo en EFE / ECOticias.com














