Las dunas o sistemas dunares son mucho más que unas impresionantes montañas de arena que se extienden a lo largo de la línea de costa, si no que constituyen un importante ecosistema que alberga gran biodiversidad, se mueve y resulta un paisaje de gran valor, que debemos proteger.
El sistema dunar de la Playa del Espartal ha sido catalogado como Monumento Natural por su fauna y vegetación, que son únicos en la Europa Atlántica. A lo largo de sus 500 m de longitud es un área de gran belleza paisajística que por encima de todo posee un gran valor ecológico.
Destruyendo las dunas de El Espartal
Desde el Colectivo Ecologista de Avilés han reclamado a la Demarcación de Costas de Asturias y al Principado de Asturias su oposición sobre las obras realizadas en la zona occidental del sistema dunar del Espartal en el concejo de Castrillón, donde se ha desmontado una duna activa y hay riesgo de afectar a las otras dunas activas del espacio natural colindante.
Hay que recordar que se trata de uno de los sistemas dunares de más extensión de Asturias, declarado Monumento Natural en junio del 2006, que tiene importantes amenazas al estar rodeado el arenal de un entorno urbano e industrial en continuo crecimiento, a pesar de todo ocupa una extensión de 5,6 hectáreas, donde todavía hay dunas con 15 metros de altura, que lo hacen muy singular y vulnerable.
Tras ver el resultado de las obras realizadas recientemente consistentes en el desmonte de una duna activa en el sector occidental del sistema, resulta un despropósito la obra realizada, pues supone la destrucción de una morfología dunar de considerable extensión que ya de por sí poseía un notable interés geomorfológico, a efectos científicos, didácticos, educativos, etc. Es de destacar que en los sistemas dunares no solo resulta de interés la conservación de la valiosa flora y vegetación existente, sino también los propios perfiles y geomorfológicas que conforman un hábitat peculiar.
Los ecologistas creen que la restauración del sistema se hubieran logrado si se procediera a la restauración del cordón dunar desde la playa, evitando así el impacto de la obra realizada y el desmantelamiento de la duna que han realizado. No solo es de interés en los sistemas dunares conservar su valiosa flora y vegetación, sino que hay que poner especial cuidado en mantener sus geomorfologías y perfiles existentes, producto de una compleja dinámica marina y eólica. No deja de sorprender que la promotora que lleva décadas intentando construir en las dunas y acabar con su valor natural, denuncie como delito ecológico estas obras, lo que da idea de la catadura moral de algunos.
Los ecologistas han solicitado información sobre el seguimiento de las obras realizadas en el tiempo, preguntando sobre la posibilidad de que las dunas se vuelvan a activar y transportar de nuevo arena hacia el interior. Porque creen que esta activación de las dunas se debe a un problema que creen presente: la erosión progresiva del frente dunar debido fundamentalmente a los dragados de la ría de Avilés.
Preguntaron si se está realizando un seguimiento de las pérdidas de arena a través del tiempo y si se prevén actuaciones efectivas que den solución a este problema. Si no se ataja este problema, las tareas de restauración de los sistemas dunares resultarán poco efectivas a lo largo del tiempo.
También advierten que vigilarán la continuidad de las obras por si se producen daños irreparables a la vegetación y a la morfología de las dunas, lo que constituirá un daño medioambiental grave, en un espacio protegido y natural, unas obras financiadas con fondos europeos que tiene por objetivo restaurar, no destrozarlo.
