Extracción ilegal
Según cálculos que hicimos en 2019, si se eliminaran los 93 hectómetros cúbicos al año que se extraen sin derechos del acuífero, en 15 años se recuperaría totalmente el flujo de agua desde los Ojos del Guadiana a Las Tablas de Daimiel. Con ello se garantizaría la recuperación del humedal de una forma natural y equilibrada.
El Trasvase no soluciona nada en Tablas de Daimiel
Rechazamos el trasvase, salvo como medida de absoluta excepcionalidad, como para la extinción de la quema de turberas subterráneas, y no como medida estructural. Además, la Declaración de Impacto Ambiental de la llamada “tubería manchega” desde donde se trasvasaría agua desde el Acueducto Tajo-Segura descarta expresamente el ramal hasta Las Tablas. A pesar de que su existencia actual se justificó por medidas de urgencia previas a la existencia de los pozos de emergencia.
Hace falta un nuevo modelo ante el posible avance del regadío
Un posible trasvase a Las Tablas de Daimiel daría más alas al regadío y trasladaría la presión a la cuenca alta del Tajo. Por ello, es necesario un giro de la política agraria de Castilla La Mancha y la transformación del modelo de desarrollo de la comarca. Es injustificable que por razones estrictamente electorales se presione al Gobierno central para que se salte la legalidad y se artificialice permanentemente el aporte de agua al humedal.
El trasvase desde el Tajo a Las Tablas de Daimiel es un modelo de gestión que solo empeorará el delicado estado de conservación del parque ante la emergencia climática y ambiental, debido a soluciones muy agresivas que aumentan su artificialidad. La última de ellas es la excavación para la afloración de agua en la zona de las pasarelas, únicamente con motivos estéticos y fines turísticos.
















