Gas ‘verde’ (o no). El Acto Delegado Complementario de la Taxonomía (ADC), aprobado con polémica en julio de 2022, clasifica determinados usos del gas como ambientalmente ‘’sostenibles’’.
Porque NO son sostenibles
- Estos usos del gas no pueden considerarse sostenibles dado su impacto negativo en el medio ambiente. El gas fósil es una fuente energética rica en carbono y, cuando se filtra a la atmósfera, su impacto en el cambio climático es 80 veces superior al del CO₂ en 20 años.
- Al clasificar el gas fósil como «sostenible» también se corre el riesgo de agravar la dependencia de la UE del gas fósil al aumentar la demanda comunitaria de gas, que luego debe importarse. Esto expondría a la UE a una mayor volatilidad, dependencia de los países productores y supondría una crisis de suministro en el futuro, con efectos potencialmente devastadores en las facturas de los hogares.
- En el proceso judicial, sostenemos que el ADC choca con las leyes de la UE como el propio Reglamento de Taxonomía y la Ley Europea del Clima. También va en contra de las obligaciones de la UE en el marco del Acuerdo Climático de París.
- El Reglamento de Taxonomía exige que la clasificación de las tecnologías tenga una base científica. No obstante, la Comisión Europea ha ido en contra de la opinión de sus asesores científicos cuando calificó el uso de estos gases como ‘’sostenibles’’.
- La Comisión también ignoró el requisito de la Ley Europea del Clima de evaluar y considerar el impacto climático de este Acto Delegado.
- El ADC está en desacuerdo con las políticas de gas de muchas de las instituciones financieras. La Política de Préstamos de Energía de 2019 del Banco Europeo de Inversiones descartó la financiación del gas fósil, y su presidente afirmó que «el gas se ha acabado», mientras que el mercado mundial de bonos verdes ya tiene como práctica común excluir el gas fósil.
Absurdo e ilegal
Calificar el gas fósil de sostenible es tan absurdo como ilegal. Va en contra del propio asesoramiento científico de la UE y socava, fundamentalmente, la credibilidad de la acción climática de la UE. El gas fósil no es limpio, agrava el calentamiento global, no es barato y no es una fuente de energía segura.
La Taxonomía debe ayudar a la Unión Europea a cumplir sus objetivos climáticos. En cambio, esta etiqueta pretende hacer lo contrario, canalizando inversiones adicionales hacia esta fuente de energía dañina y alejándolas de las fuentes de energía realmente sostenibles y que no emitan CO2. Estamos llevando a la Comisión a los tribunales con la esperanza de devolver algo de credibilidad a la Taxonomía y evitar este enorme riesgo para el clima y la seguridad energética de las personas.
La audiencia ante el Tribunal General podría celebrarse en la segunda mitad de 2024, mientras que el dictamen de la sentencia en 2025. El resultado final anhelado sería una sentencia que obligue a la Comisión a revisar el Acto Delegado Complementario. Gas ‘verde’ (o no).