En España, a diferencia de muchísimos otros países que tenían grandes organizaciones conservacionistas y ecologistas desde finales del siglo XIX, no existirá ninguna asociación de defensa de la naturaleza hasta la segunda mitad del siglo XX.
A día de hoy existen multitud de organizaciones que se han afianzado como reivindicadoras de las libertades, defensoras de la naturaleza, el medio ambiente y la biodiversidad y luchadores contra el cambio climático, las nucleares, etc.
En una reciente reunión, muchas de estas organizaciones aprovecharon para recordar acciones realizadas y a planificar como seguir adelante en esta lucha no violenta a la que instan a la ciudadanía a unir fuerzas con ellos.
El movimiento ecologista español debe mantenerse alerta a los cambios de la sociedad
Personalidades del mundo del ecologismo -desde portavoces de luchas sociales a organizaciones- se han reunido este jueves en un acto de homenaje a este movimiento en el que han remarcado su historial reivindicativo y han planteado estrategias futuras.
‘Luchas y avances del movimiento ecologista en España’ es el nombre del acto organizado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Comisionado para la celebración de los 50 años de España en Libertad, que ha tenido lugar en el Museo del Traje de Madrid.
Entre las estrategias a seguir en el futuro, Eva Saldaña, directora de Greenpeace España, ha llamado a debilitar el poder de las grandes corporaciones a través de los tribunales, como ya ocurre con los litigios climáticos internacionales «que los están sentando en el banquillo». También ha instado a empoderar a la ciudadanía para aumentar su participación en los espacios de gobernanza, además de continuar con la acción no violenta.
El ecologismo español no es el más organizado, pero resulta eficaz
Durante su intervención, Joaquín Fernández, cofundador de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), ha repasado la historia del ecologismo español, que remonta al siglo XVIII, destacando hitos como la Ley de Parques Nacionales (1916) o la Ley de Conservación de la Naturaleza (1989).
Fernández ha definido al ecologismo moderno español —surgido en los años 60— como un movimiento “calamitoso” en lo organizativo, pero “de los más eficaces de Europa”, por haber puesto sobre la mesa todos los problemas ambientales, yendo por delante de las propias administraciones. También ha destacado el historial reivindicativo del movimiento, que ha luchado contra males ambientales como los vertidos de residuos radiactivos al mar, las mareas negras o los incendios.
Paca Blanco, histórica defensora del ecologismo, ha recordado el avance del movimiento antinuclear en España que, iniciado entre los años 60 y 70, consiguió el cierre de algunas centrales como Lemóniz o Valdecaballeros a través de la protesta pacífica. “Todos los años hacíamos una marcha contra esas centrales nucleares y esa lucha del pueblo, de estar convencidos de que lo nuclear era peligroso,” es lo que les ha permitido avanzar, ha defendido Blanco.
Por su parte, Lito Prado, activista y representante de la plataforma ‘Nunca Máis’ de Ourense, ha subrayado el uso de las redes sociales como elementos de movilización ante el derrame de fuel en las costas gallegas provocado por el hundimiento del buque petrolero Prestige en 2002. «En el 2002 fue la primera vez que desde el movimiento ecologista se empezaron a usar las redes sociales» y, junto con el posicionamiento a favor de los medios de comunicación, favoreció la transmisión de fotos e información para que el resto del Estado viera la situación. EFE / ECOticias.com