La criminología verde es una rama de la criminología nacida hace más de tres décadas, que muestra interés por explorar y explicar las formas en que los humanos dañamos el ecosistema, examinando las causas de los delitos como el ecocidio, su impacto y los daños ecológicos. La criminología verde explora el crimen, la victimización y la justicia desde diversas posiciones teóricas que reconocen a estas víctimas.
Crímenes contra el medio ambiente
Entre los crímenes contra el medio ambiente se incluyen los delitos de comercio ilegal de fauna y flora silvestres, la tala y la pesca ilegales, la caza furtiva, el tráfico de especies protegidas o la destrucción de hábitats naturales, entre otros. Según la Interpol 2023, solo el mercado negro de productos ilegales derivados de la fauna y la flora silvestres está valorado en 20.000 millones de dólares al año.
La caza furtiva y el comercio ilegal contra la vida silvestre se han convertido en uno de los principales ámbitos de actividad de los grupos de delincuencia organizada y están cada vez más vinculados a la violencia armada, la corrupción y otras formas de delincuencia organizada.
El aumento de los índices de tráfico de especies y la continuidad en la práctica de la caza furtiva exigen medidas concretas de protección y han llamado la atención de los criminólogos verdes en los últimos años.
Las formas en que los humanos dañamos el ecosistema
En otros ámbitos como la agricultura, la criminología verde se cuestiona el modo en que los alimentos son cultivados, manufacturados, procesados, comercializados y vendidos, y se hace eco de los delitos que conllevan, como el fraude en alimentos, la intoxicación alimentaria, el comercio ilegal, la explotación laboral, ciertos delitos financieros y la destrucción de sistemas ecológicos y espacios de cultivo.
O, por ejemplo, el tratamiento de residuos o las cuestiones vinculadas al maltrato animal. Aunque sus orígenes no son nuevos, sorprende que una rama de la criminología, la criminología verde, explore y explique las formas en que los humanos dañamos el ecosistema.
La criminología verde empezó a interesar a la comunidad científica hace casi treinta años; surgió de la necesidad de estudiar empíricamente las actividades ilegales que proliferan en relación con el medioambiente ampliamente concebido y la reacción social frente a estas. Los primeros estudios se centraron en la cuestión de los pueblos indígenas, la afectación de las especies y la injusticia ambiental. Más tarde, adquirió un carácter global y pasó a ser objeto de interés por parte de numerosos investigadores de todo el mundo, desde muy diversas perspectivas y problemáticas.
Criminología verde
Hoy en día, con una sociedad cada vez más preocupada por el medio ambiente y el cambio climático, la criminología verde parece tener una sólida trayectoria. Sin duda, esta creciente conciencia ambiental se trasluce en un incremento también del interés de los criminólogos por estudiar los fenómenos relacionados con el impacto de la acción humana sobre el medioambiente, lo que ha dado lugar a un cuerpo importante de investigaciones y publicaciones científicas en la última década.
En los últimos años, la criminología verde ha incrementado su actividad de investigación y ha ampliado sus objetivos de estudio. La búsqueda de nuevas formas de prevención en materia de daño ambiental ha provocado que los criminólogos extiendan las bases relativas al estudio del delincuente y al tratamiento de las víctimas en el territorio ambiental. Todo lo que deberías saber sobre la ‘criminología verde’.
















