Todos los datos que precisa el Pacto Verde Europeo. All Data for Green Deal (AD4GD) es un proyecto europeo liderado por el CREAF que contribuirá a unificar en un mismo espacio todos los datos de observación de la Tierra y apoyar así acciones prioritarias del Pacto Verde Europeo.
Al igual que un trastero puede convertirse en un eficiente almacén si todas las cosas se ordenan, etiquetan y hacen accesibles para todos, este proyecto quiere asegurar que el futuro Espacio Común Europeo de Datos sea un almacén de información abierta, localizable y entendible.
De esta manera, las personas encargadas de formular acciones y políticas en materia de biodiversidad, contaminación y cambio climático podrán consultarlos con facilidad. Esta metodología se probará en tres retos ambientales concretos de Europa: la salud de los lagos urbanos en Berlín, la conectividad ecológica en la zona metropolitana de Barcelona y la medida de calidad del aire con sensores de bajo coste.
Consorcio de 12 socios
El consorcio de 12 socios que ejecutará AD4GD se reunió en Barcelona por primera vez el pasado mes de septiembre. El proyecto está coordinado por el CREAF y cuenta con la colaboración del Open Geospatial Consortium (OGC). También los centros de investigación como elEuropean Centre for Medium-Range Weather Forecasts (ECMWF), la Fraunhofer-Gesellschaft (FIT).
Admás del Kompetenzzentrum Wasser de Berlín (KWB), el Instytut Chemii Bioorganicznej de Polònia (PSNC), el Internet of Things Lab (IoT). Organismos como elEuropean Centre for Certification and Privacy (ECCP). Las empresas ATOS y Design Terminal. Y las fundaciones Mandat International y la Aston University (Birmingham).
Un vocabulario compartido
Para que todo el mundo pueda comprender y utilizar los datos que se recogen cuando medimos el pulso del planeta, hay que crear un lenguaje común. Esto implica establecer un vocabulario universal que se rija mediante unas normas compartidas, lo que se denomina estándares. Es por ello que el proyecto AD4GD desarrollará estándares adaptados a las nuevas Interfaces de Programación de Aplicaciones (APIs) web que desarrolla el OGC.
Este vocabulario se traduce en la práctica en forma de metadatos, aquellos atributos que se asocian a cada dato recogido y que contienen información muy valiosa. Hablamos no solo de los valores numéricos y sus unidades, sino del tipo de variables que representan, las circunstancias en que fueron adquiridos. Los instrumentos que se emplearon y lo que es más importante, si pueden ser compatibles y combinados con otros tomados por distintos grupos bajo condiciones diferentes.
“Etiquetar correctamente cada dato y hacer que estas etiquetas también hablen un lenguaje común va a ser otro reto de AD4DG. De esta manera se consiguen significados inequívocos que permiten que todas las partes interesadas intercambien y utilicen la información disponible”. Afirma Joan Masó, investigador principal del AD4GD en el CREAF.
Elaboración de estándares internacionales y la creación de APIs
En este sentido, el CREAF aportará su experiencia en la elaboración de estándares internacionales y la creación de APIs. Y liderará uno de los pilotos en el área metropolitana de Barcelona. Otros proyectos refuerzan su madurez en el campo de la observación terrestre. Como son el proyecto OEMC, que aspira a crear una nueva infraestructura de procesamiento de datos geoespaciales en el ámbito privado, InCASE, que organiza información captada. Sobre el terreno, ILIAD, que construye un gemelo digital para los océanos o MiraMon, un sistema de información geográfica con mucho recorrido en este ámbito.
Integrar las últimas tendencias
La información que llega desde los satélites está razonablemente organizada. Al fin y al cabo, aunque su volumen es enorme, el número de actores no es muy elevado. Por otro lado, iniciativas europeas como INSPIRE ofrecen datos geoespaciales de manera abierta mediante protocolos estándares internacionales.
En cambio, la consolidación de GPS, teléfonos móviles y sensores de bajo coste permanentemente conectados hace que la cantidad de nuevos orígenes de observaciones sobre el terreno sea enorme. Es por ello que nuevos métodos de observación de la tierra como la ciencia ciudadana, el Internet de las cosas y la Inteligencia Artificial alzan su voz cada vez con más fuerza en este campo. Todos los datos que precisa el Pacto Verde Europeo