Las motos eléctricas son menos conocidas que los coches eléctricos, pero no dejan de ser una parte muy importante del cambio necesario hacia una movilidad sostenible y muchísimo menos contaminante, Una que abandone para siempre la quema de combustibles fósiles.
Motos eléctricas: una opción más
No hay dudas de que los coches eléctricos son las estrellas de la movilidad eléctrica y que las bicicletas, tanto las comunes como las eléctricas están entre las alternativas más promocionadas de la movilidad eléctrica, pero las motos eléctricas están dando mucho que hablar y las opciones son cada vez más fascinantes y populares.
La realidad es que el mercado de las motos eléctricas crece a pasos agigantados. Para muchísimas personas es evidente que son una buena inversión en tecnología limpia y movilidad sostenible y los modelos se superan año a año, dándoles mayores prestaciones y cada vez mejor autonomía.
Pero las motos eléctricas no solo tienen la enorme ventaja de que no contaminan y por ello están consideradas como un medio de movilidad limpia y sostenible, sino que se amortizan con bastante celeridad, gracias al ahorro en combustible y mantenimiento.
Por eso si te preguntas cuáles son las ventajas y cuáles los inconvenientes de adquirir una moto eléctrica, te damos algunas pautas que debes tener en cuenta, antes de decidirte a buscar el modelo más adecuado a tus necesidades y a tu bolsillo, el medio ambiente agradecerá tu elección, siempre que esté en el ámbito de la movilidad eléctrica.
Ventajas de las motocicletas eléctricas
No hacen ruido y son saludables para el medio ambiente. Al ser 100% eléctricas, el motor apenas ronronea y no tiene emisiones contaminantes, algo muy importante si vives en ciudades grandes y populosas, donde la polución ambiental y sonora están a la orden del día. Al comprar una moto eléctrica se deja de contribuir al deterioro ambiental y al aumento del nivel de smog del aire.
El ahorro no solo es en contaminación, sino que el gasto real se reduce en al menos un 25%, ya que enchufando las baterías a la corriente eléctrica o a los cargadores que están disponibles en varias ciudades, no se consume gasolina sino electricidad que resulta mucho más económica. Este porcentaje está calculado para la relación de costes entre combustibles de origen fósil y electricidad y es válido en Europa y EEUU.
Si se compara la aceleración de las motos eléctricas con las de otros vehículos de igual potencia se tiene una agradable e inesperada sorpresa, puesto que es mucho mayor que la que se experimenta con vehículos de dos ruedas que funcionan quemando combustibles convencionales y esto sucede porque el par motor es mayor.
Durante el proceso de fabricación de cada moto eléctrica, el nivel de CO2 emitido a la atmósfera es sensiblemente menor al que se genera cuando se fabrican las motos con motores convencionales, porque también la manufacturación del vehículo debe ser lo menos polucionante posible. No contaminar y ser sostenible es el objetivo.
Otra cosa de la que habrá que olvidarse, además de tener que pasar por las gasolineras es de cambiar el aceite y los filtros, de la revisión de las juntas, de los cambios de las diferentes partes del motor, etc. por lo que los costos de mantenimiento de las motos eléctricas son sensiblemente menores a los de las motos convencionales.
Las motos eléctricas no necesitan precalentamiento, por lo que solo se les debe dar contacto y ya están listas para montarse en ella y echarse a la carretera. Además, no generan calor adicional, por lo que no se recalientan y como no tiene marchas, no necesitan sistemas de transmisión, que suelen ser un dolor de cabeza para algunos motoristas.
Las diferentes comunidades autónomas de España tienen a disposición de los futuros compradores, una serie de ventajas fiscales para la adquisición de vehículos de movilidad eléctrica, así como exenciones de impuestos, etc. y generalmente en los planes anuales de ayuda para la compra de coches eléctricos, también hay subvenciones para la adquisición de otros vehículos, como las motos eléctricas.
Inconvenientes de las motos eléctricas
Por ahora y hasta que aumente su nivel de popularidad, las motos eléctricas son más caras que las convencionales. Estas diferencias de costes se están reduciendo con rapidez y, además, cada año que pasa no solo disminuye el coste, sino que aumentan las prestaciones que ofrecen los nuevos modelos.
Según que marca y modelo de motos eléctricas que se elija, la autonomía variará de manera considerable. Es importante tener en cuenta que, si bien puede parecer menor a la que ofrecen algunas motos convencionales, esta brecha se viene reduciendo de forma continuada. Además, si se planifican viajes largos, se debe tener la certeza de que hay puntos de recarga disponibles.
Según el tipo de batería, en sitios extremadamente fríos las motos eléctricas pueden tener bajos rendimientos, a ello hay que sumarle el hecho de que los tiempos de carga son extensos en todas las motos, ya que necesitan un buen puñado de horas para recargarlas al completo, a menos que se cuente con puntos de recarga rápidos.
Hay una ventaja que según como se la mire podría resultar contraproducente y es la ausencia de ruido, porque la presencia de las motos eléctricas no es tan obvia como la de los modelos que rugen, pero si eres un conductor prudente esto no tendría que ser un problema para ti. Muchas motos eléctricas incorporan sonido específico (en el caso de las Harley Davison, su propio ruido patentado).