Asia se alza como la reina de la micromovilidad. Está dispuesta a dominar el mundo con un eléctrico de pocos miles de euros. No hay duda de que las ciudades están cambiando y, con ellas, los vehículos que se mueven por ellas. Antes el rendimiento y el estilo eran primordiales. Siguen siéndolo, pero ahora se les añade la electrificación y búsqueda constante de transportes limpios. En pleno auge de la electrificación, la nueva generación de microcoches eléctricos está convirtiéndose en una opción muy atractiva entre el público joven.
Este eléctrico coloca a Asia en el centro de la industria automotriz
Después de que Francia tratara de convertir a los coches eléctricos en generadores, ha salido a la luz hasta dónde es capaz de llegar Asia para ensalzar la micromovilidad. La nueva firma Astraux, con sede en Dubái, ha presentado su modelo AL6. Se trata de un microcoche eléctrico urbano diseñado para todo tipo de públicos.
Recordemos que Dubái se encuentra en los Emiratos Árabes Unidos, ubicados en el suroeste de Asia. Con la aparición del AL6, se pretende sentar un precedente en el futuro de la movilidad urbana. Hasta ahora, el fabricante se conocía por la creación de un robot interactivo de bolsillo denominado Aimon.
Una especie de Tamagotchi con IA. Mediante esta pieza, la compañía toma impulso en el sector de la automoción. Ha desarrollado una gama de coches urbanos ultracompactos a un precio atractivo para los conductores.
Parte en 5990 euros en su modelo de entrada AL6, llegando hasta 9990 euros en su versión superior, el AL7 Pro. La producción se realiza en China, razón por la que no extraña que su precio y prestaciones resalten en el mercado. Destacan especialmente su autonomía, conectividad y perspectiva destinada al entretenimiento.
Características del coche ultracompacto de Asia
La llamativa pieza de Asia que irrumpe en el sector automovilístico ha sido construida sobre un chasis de acero con carrocería monocasco. Dispone de imponentes ventanas y un techo panorámico. Asimismo, cuenta con un diseño orientado completamente a la movilidad urbana.
En su formato más potente, el AL7 Pro tiene un motor de 10 kW (13,4 CV) en el eje trasero y llega a una velocidad máxima de 90 km/h, más que suficiente para efectuar desplazamientos por la ciudad y vías de circunvalación. En vacío, su peso es de solo 510 kg, convirtiéndolo en un vehículo muy ligero.
La autonomía cambiar según la versión elegida. Es de 80 km en el AL6, pero llega hasta 150 km en el AL7 Pro, con una batería de 10,5 kWh. No obstante, lo que realmente llama la atención de este microcoche es su vida a bordo, con un habitáculo creado con varios elementos de entretenimiento para atraer al público joven.
Tiene un espacio para dos pasajeros e incluye, entre otras cosas, un proyector que permite la transformación del coche en un salón recreativo con karaoke, cine y videojuegos.
Una pieza minimalista, pero con clase ensalza a Asia en el mercado de la micromovilidad
El minimalismo está presente en la parte interior y exterior del vehículo. Alberga un salpicadero diáfano de color blanco. Además, dispone de pocos botones y un volante que hace parecer más al de un kart que al de un vehículo convencional.
Según consigna La Vanguardia, hay quienes comparan esta pieza con la suiza Microlino, una moderna reinterpretación del BMW Isetta. Aunque tiene una diferencia clave: el precio. El valor del Microlino dobla al del AL7 Pro. Situación que le otorga a Astraux una importante ventaja en accesibilidad.
Esta marca ha estado presente en la reciente feria IFA de Berlín. La presentación de su modelo eléctrico podría ser solo el principio de una era prometedora para Asia en cuestiones de micromovilidad. En paralelo, China gana el ‘relato del coche eléctrico’ a nivel mundial.