España se sitúa en el radar de la movilidad eléctrica. Ha salido a la luz que una de las razones que obstaculizaban la recarga de sus coches eléctricos podría dejar de existir. Hace poco, se comunicó la aglomeración de 1800 puntos de recarga en una sola aplicación.
Una alianza estratégica entre Telpark y Zunder integró las redes de recarga de España. Telpark es una empresa conocida por su extensa red de aparcamientos y soluciones de pago fácil. Ha extendido su oferta incluyendo puntos de recarga para vehículos eléctricos en sus instalaciones.
Desde su lugar, Zunder es uno de los operadores de carga ultrarrápida más significativos en España, con una red de expansión que une corredores estratégicos. Ambas firmas han unido sus infraestructuras en aplicaciones móviles.
De esta manera, han facilitado a los conductores la localización, reserva y activación de carga desde el teléfono. Dicha integración supone un progreso considerable para los usuarios de coches eléctricos. Facilita el acceso a una infraestructura de recarga más extensa y diversificada.
Proporciona un gran número de ventajas para los usuarios. Por ejemplo, una cobertura más amplia, facilidad de uso, optimización de planificación y experiencia de usuario mejorada. Ahora, España vuelve a tener otra posibilidad de avance en este campo.
España sigue avanzando con su movilidad eléctrica: ha derribado un importante desafío
Tras comunicarse que ya tenemos más de 47 000 infraestructuras de recarga pública en España, se ha dado a conocer el último gran avance del sector. Una compañía acaba de crear la solución definitiva contra uno de los problemas de recarga con el que se enfrenta España y el mundo entero.
Algunas veces, acercarse a una estación de carga pública puede llegar a ser una experiencia cargada de dudas. Según reporta HyE, se estima que uno de cada cuatro puntos en España no funciona por mal mantenimiento o problemas concretos.
Entre las razones se contempla la manipulación y/o el robo de cables de carga. Un problema que pronto podría desaparecer con la irrupción de un invento inglés. Lo han bautizado como Sistema CableGuard. En el interior de cada estación de carga, hay escondidos centenares de metros de cables cargados de cobre.
Es un material que puede venderse por cantidades altas en el mercado ilegal o secundario. Las estaciones poco vigiladas o en espacios discretos sufren este tipo de acciones. El daño es latente, tanto para las empresas propietarias de las estaciones de carga como para los conductores.
Ponen fin a uno de los problemas de la movilidad eléctrica en España (y el mundo)
Hasta ahora, ninguna firma había encontrado una solución práctica y económicamente viable. Aunque hay formas de impedir el robo de cables, el precio suele ser demasiado alto. Formula Space acaba de desarrollar un compuesto fácil de instalar económico.
Impide que los ladrones seccionen los cables y se los lleven. No es invencible, pero sí que complica el accionar de los ladrones. Tardarían demasiado tiempo en efectuar los cortes.
¿Cómo consigue acabar con el problema?
CableGuard, la solución propuesta, usa una funda de alta tecnología resistente ante cortes. También emplea un sistema de marcado forense para disuadir e identificar posibles delincuentes. Si alguien quisiera seccionar el cable se enfrentaría a una funda protectora de alta resistencia.
Llegado el momento, el cable expulsa un líquido que marca a los delincuentes para que las autoridades puedan identificarlos fácilmente. Solo se ve bajo la luz ultravioleta. Ya se ha aprobado en Reino Unido, Irlanda del Norte y Europa continental.
Formula Space ya tiene su primer cliente: Kempower, especialista finlandés de carga rápida. Se pretende que el Sistema CableGuard pueda aplicarse más allá de los puntos de carga de coches eléctricos. También sería efectivo sobre cualquier sistema de cableado de especial protección e importancia.
Una de las razones por las que es un desafío recargar en España es la falta de operatividad de las estaciones de carga. Liberando a las estaciones de este problema, podría aminorarse. Pero antes de que este sistema llegue, España debe enfrentarse con otro problema: estafas masivas.