Sabemos que la competencia en la industria automotriz es enorme, sobre todo entre China y Europa, pues los coches chinos, al ser muy baratos se han vuelto tan populares que han invadido al mundo y Europa ha intentado detenerlos y aunque en parte lo han logrado, ahora ha llegado una marca que superará cualquier barrera.
La invasión de China a Europa
Sabemos que la competencia nunca se detiene, pero hay veces que supera los límites, como es el caso de los coches chinos, que han tenido a la industria automotriz europea constantemente en alerta, pues estos coches son mucho más económicos.
La Unión Europea, ya ha expresado su preocupación, argumentando que estos coches se benefician de subsidios estatales que les permiten competir en desigualdad de condiciones, así que para equilibrar el juego y proteger el mercado local, decidió imponer aranceles.
Claro que esto no es una buena noticia para china, pero la solución parecía lógica, pues si los coches chinos son más caros de importar, el precio quedará más equilibrado comparado con las marcas europeas, de hecho había funcionado bastante bien, pero ahora, las cosas cambiaron.
Todo plan tiene su punto ciego
El plan de protección de Europa, parecía ser bastante eficiente, sin embargo, tiene un punto ciego que una de las marcas chinas más importantes ha sabido explotar de una manera tan brillante como el oro que brota de estos árboles.
La protagonista detrás de este plan es la compañía china BYD, quien ahora ha encontrado una forma de evitar los aranceles adicionales, pero ¿Cómo lo hace? Básicamente, en lugar de enviar sus coches desde China, está utilizando su nueva fábrica en Tailandia como puerta de entrada a Europa.
El plan es realmente muy astuto, pues la marca puede evadir las barreras comerciales y seguir teniendo los precios más económicos, de hecho, la compañía ya ha puesto en funcionamiento su primera fábrica de vehículos de pasajeros fuera de China, ubicada en Tailandia.
La planta opera con el sistema de CKD (Completely Knocked Down), es decir, los coches llegan en piezas y se ensamblan en el país de destino y gracias a las reglas de comercio, si los coches cuentan con un mínimo de 40% de componentes locales, son considerados productos de Tailandia.
La diferencia es enorme
En Europa, todas las importaciones de coches de fuera de la Unión Europea deben pagar un arancel estándar del 10% y luego, a esta cifra se le añade una tarifa adicional para los coches eléctricos chinos, que varía según el fabricante.
En teoría, BYD debería pagar un total de 27% en importaciones desde China, pero ahora, gracias a la astuta estrategia de BYD, las exportaciones a Europa se benefician de un acuerdo comercial, pagando solo la tarifa estándar del 10% que se aplica a cualquier importación.
BYD no piensa detenerse
El movimiento de la marca no es una solución improvisada, sino parte de un plan global y a largo plazo, de hecho, BYD ya tiene proyectos para construir fábricas en Europa, en países como Hungría y Turquía, donde planea producir sus modelos más populares para el mercado europeo.
La estrategia de enviar coches desde Tailandia es una forma en que BYD se mantiene fuerte en Europa mientras sus fábricas locales terminan de construirse y por supuesto así puede seguir competiendo fuertemente en la guerra de precios.
Sin duda, la ambición de BYD es enorme, pues no solo ha invadido a muchos países con sus coches económicos, sino que ahora, nos ha demostrado con hechos, que ni siquiera las normas y aranceles de la Unión Europea van a detenerla, por lo que no sería de extrañarnos, si sigue liderando el mercado de los coches eléctricos, aunque Tesla no se la dejará tan fácil.