Toda la vida hemos escuchado que el dinero no crece en los árboles, pero ¿Qué tal si el oro sí? Aunque suene muy extraño, ahora se ha descubierto un gran yacimiento de oro que brota de las hojas de los árboles, pero ¿Cómo es posible esto? Quédate para averiguarlo.
La magia de los árboles
Sabemos que los árboles son una parte esencial de la vida, ya que sin ellos, no tendríamos oxígeno, ni sombra, ni podríamos disfrutar de la belleza de tantos paisajes, sin embargo, estos maravillosos seres vivos esconden un secreto más grande de lo que pensábamos.
Toda la vida escuchamos que el dinero no crece en los árboles y aunque la afirmación es casi siempre cierta, un reciente estudio científico ha puesto en jaque la segunda parte, al menos en lo que respecta a un árbol muy infravalorado y se trata del eucalipto.
Los investigadores descubrieron que este árbol tiene la capacidad de absorber partículas de oro del subsuelo y transportarlas hasta sus hojas, es un proceso de la naturaleza tan sorprendente que ha llamado la atención de expertos en todo el mundo.
Este descubrimiento ha transformado la polémica presencia del eucalipto en Galicia, la región con más bosques de esta especie en España y Europa, en un yacimiento de oro inesperado, que podría cambiar la economía del país.
El oro brota de un árbol
De acuerdo con el estudio publicado en la revista Nature, algunos árboles y en particular los eucaliptos, actúan como una especia de bombas naturales para extraer agua y minerales desde las profundidades de la tierra.
La clave está en sus raíces, que pueden alcanzar hasta 40 metros de profundidad, mucho más que la mayoría de las plantas, gracias a ellas los eucaliptos pueden llegar a aguas subterráneas que contienen nanopartículas de oro disueltas.
Una vez que las absorben, las partículas viajan a través del sistema vascular del árbol hasta sus hojas, donde son eliminadas, sin embargo, la cantidad de oro es tan ínfima que sería imposible recolectarlo, similar a lo que ocurre con el oro disuelto en el océano.
No todo está perdido
El eucalipto, es un árbol originario de Australia, que fue traído a España a finales del siglo XIX para que la industria papelera lo usara, ya que crece muy rápido, sin embargo, su presencia se ha vuelto muy polémica, especialmente en el norte del país, en zonas como Galicia, Asturias y Cantabria.
Como es tan fuerte y se expande con rapidez, ha sido considerado una especie invasora que ha desplazado a árboles nativos como el roble y el castaño, pero ahora, el descubrimiento del oro le da a este árbol un papel completamente nuevo que sin duda cambiará la visión que teníamos.
Pero ¿De qué sirve si no podemos sacarles el oro? Bueno, según el estudio, la idea no es cortar árboles para sacar las partículas de oro, sino usar al eucalipto como una especie de rastreador o sensor natural para encontrar oro.
Analizando las hojas caídas, los geólogos pueden saber si hay oro u otros metales preciosos escondidos en el subsuelo, abriendo la puerta a una nueva forma de minería verde, mucho menos agresiva con la naturaleza.
El inicio de la minería sostenible
Si consideramos la gran cantidad de eucaliptos que tienen las regiones como Galicia, esta nueva técnica podría convertir estas zonas en un lugar clave para liderar la investigación en Europa sobre formas de exploración minera que no dañan el medio ambiente.
El eucalipto, que durante años ha sido visto como un problema ambiental, podría convertirse en el mejor aliado para una nueva fiebre del oro que sea más limpia y que demuestre que la naturaleza misma puede ser nuestra mejor guía para la exploración de recursos.
Hoy en día, el precio del oro está por las nubes, por lo tanto, encontrar nuevos yacimientos siempre es un hito digno de celebrar y mucho mejor, si este se puede extraer de forma sostenible y sin destruir los ecosistemas, sobre todo ahora que los pulmones de nuestro planeta necesitan ayuda.