Un nuevo motor ha llegado a revolucionar el mercado automotriz, pero no se trata de combustibles tradicionales, ni tampoco de un coche eléctrico como esta bestia que llegó a China, ni mucho menos de hidrógeno sino de un nuevo y muy curioso combustible.
La evolución de los combustibles
Por muchos años, los coches se limitaron a usar combustibles tradicionales como el diésel y la gasolina, pero con el tiempo se descubrió que esos combustibles tenían un gran impacto en el planeta ya que eran responsables de generar emisiones muy contaminantes.
Luego, como respuesta a este problema surgieron alternativas como los coches eléctricos y los coches de hidrógeno, donde ambos se destacan por ser más respetuosos con el planeta. Pero a pesar de ser una buena alternativa no todos están convencidos de que sea la mejor.
Es por eso que algunas empresas quieren ir más allá y crear motores que sean innovadores y eficientes, pero que al mismo tiempo no contaminen para lo cual, la empresa Stellantis ha decidido invertir 6000 millones de dólares en una nueva innovación.
La llegada de un nuevo motor
Sucede que la empresa Stellantis está invirtiendo para diseñar una nueva familia de motores de gasolina, pero ¿eso significa volver a los combustibles contaminantes? La respuesta es no. Pues a pesar de que trabajarán con gasolina el sistema es completamente diferente a lo tradicional.
La idea de la empresa es trabajar con una tecnología de motores flexibles, también conocida como motores flex-fuel, que se caracterizan porque pueden funcionar tanto con gasolina como con etanol, una opción mucho más sostenible que los sistemas de gasolina tradicionales.
Estos motores funcionan principalmente con biocombustibles derivados de la caña de azúcar y el maíz, por lo que contribuyen a disminuir las emisiones globales de carbono. Con esta estrategia, la empresa se destaca entre los fabricantes de automóviles que se enfocan en la electrificación.
De hecho Stellantis está apostándolo todo en esta estrategia pues ha decidido invertir 6000 millones de dólares en el desarrollo de motores de combustión interna (ICE) que funcionan con etanol en los mercados sudamericanos y planea lanzar más de 40 nuevos modelos.
Brasil sería el principal objetivo
Sudamérica y especialmente Brasil, son los lugares objetivo en la estrategia de Stellantis. En estas regiones el etanol es mucho más accesible y ampliamente utilizado, por lo que son lugares ideales para fomentar la adopción de la tecnología flex-fuel.
Stellantis ha realizado la mayor inversión individual en la historia de la industria automotriz sudamericana, en la planta de Betim, en Brasil, la cual está operando como el centro de referencia para la fabricación de motores biohíbridos que abastecen al mercado global.
La empresa busca cumplir la meta cero emisiones de carbono para 2038 y los mercados sudamericanos mantienen una relevancia crucial para la compañía, ya que su sólida presencia comercial genera importantes ventas en Brasil, Argentina y Chile.
Un gran giro en la industria automotriz
Como pudimos ver Stellantis se está posicionando de manera estratégica para desarrollar motores de etanol en regiones donde la infraestructura para vehículos eléctricos aún es insuficiente. De este modo asegura que la tecnología flex-fuel sea un fuerte rival en el mercado.
Además, tienen otro punto a favor y es que tecnología de los vehículos híbridos flexibles integra baterías que mejoran la eficiencia del combustible y disminuyen su impacto ambiental, lo que lo convierte en una alternativa mucho más amigable con el planeta.
La empresa está reafirmando su compromiso con el etanol a través de actividades que van más allá del simple desarrollo de motores, pues están destinado recursos a investigar métodos avanzados para optimizar el rendimiento del etanol y reducir las emisiones.
De este modo la empresa nos demuestra que lo más importante en una movilidad más verde no es que combustible se usa, sino más bien en como lo utilizan y que estrategias siguen para disminuir las emisiones. De hecho, el tema de los combustibles siempre ha sido muy polémico, pues algunos incluso están usando un combustible tóxico.