Tenemos que ponernos cómodos si queremos detenernos a observar todos los cambios que se vienen en el sector del automóvil. Hace un tiempo atrás, la compra de un coche eléctrico se veía como algo lejano y futurista. Pero después llegó Tesla con su innovadora propuesta electrificada. Tanto fue así que por un largo periodo logró ser líder y ahora tiene que disputar el trono con marcas de todo el mundo que busca lo mismo que ella: resaltar.
En la actualidad, la electricidad y la conducción autónoma se mencionan con verbos en presente. Lo mismo que sucede con la implementación de la inteligencia artificial. Los coches autónomos fueron durante décadas el sueño más aspiracional de la humanidad.
Fueron muchos intentos, fallidos en ocasiones, pero la tecnología con la que asociábamos el futuro está más presente que nunca y con ganas de crecer. Los últimos avances en inteligencia artificial están haciendo posible el surgimiento de sistemas de conducción autónoma más seguros y fiables.
Acciones como mantenimiento de carril, frenado automático de emergencia y control de crucero inteligente son cada vez más habituales. La electrificación tampoco es una tendencia pasajera, sino la base de que ya se está instaurando y lo que viene.
Aunque la humanidad parece haber comprendido esto, algunos los últimos acontecimientos abren un debate intrigante de cara a los próximos años: ¿queremos parar lo que está pasando con la automoción?
Tesla no es la única: Waymo también sufre las protestas
Las promesas incumplidas de Elon Musk y su intromisión en política tuvieron como resultado hace unos meses ciertos boicots contra Tesla. Ciertos usuarios incendiaron concesionarios y vehículos de la marca. Situación que hace poco se repitió, pero en el marco de otra propuesta y con robotaxis de Google.
Esta situación lleva al sector a cuestionarse la razón por la que ir contra los vehículos inteligentes es una forma de protesta de la época. El incidente con los robotaxis de Waymo, filial de Google, tuvo lugar en Los Ángeles. Así quedó estipulado en las filmaciones publicadas en las redes sociales.
Como consecuencia, la empresa decidió suspender el acceso a los robotaxis de la zona durante el tiempo que duraron las protestas, tras las pérdidas de varias unidades automovilísticas. Las protestas comenzaron el viernes 6 de junio en las ciudades de Paramount y Compton, en el condado de Los Ángeles.
Dieron inicio después de que varios agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) llevaran adelante varias redadas migratorias y detenciones acusando a varias personas de ir contra les leyes de inmigración.
Primero Tesla, ahora los coches autónomos: ¿queremos parar el auge de la tecnología?
Este comportamiento nos teletransporta al año 2020. Entonces, se desplegaron protestas en las calles por la pérdida de George Floyd. Quienes querían ser escuchados optaron por quemar y destrozar coches patrulla policiales.
Hoy, las “víctimas” son los coches inteligentes. Primero sucedió con los vehículos Tesla ante la introducción de Elon Musk en la administración de Donald Trump y ahora los coches autónomos de Google.
¿Es posible parar el avance de la tecnología?
En sí, las últimas protestas no tenían que ver de forma directa con Waymo. De hecho, El País reporta que “también se usaron los patinetes eléctricos de Lime como arma arrojadiza contra los policías y como combustible para avivar los fuegos”.
Sin embargo, se está utilizando el boicot contra la tecnología como una forma de ser escuchados por los altos mandos. Algunos incluso consideran que los vehículos autónomos son “coches espía”, ya que tienen que utilizar cámaras para realizarse su labor, imágenes que compartirían con las autoridades.
Además, en el caso de Tesla, se ha descubierto algo inesperado sobre sus vehículos autónomos. Pese a estos sucesos, la nueva tecnología ya tiene mucho terreno ganado en el mundo. ¿Tanto como para que sea imposible pararlo?