El Colectivo Azalvaro, que ya ha puesto sobre la mesa del Ayuntamiento local un itinerario urbano desde su línea de acción OTEA, el “Paseo ornitológico por la Villa de El Espinar”, donde se da a conocer la biología de esta zancuda en unidad con la dinamización del patrimonio de esta localidad como producto de interés turístico ornitológico y medioambiental
El Colectivo Azalvaro, que en paralelo a su compromiso con la protección y conservación de las aves carroñeras realiza, desde hace tres quinquenios el único censo de la población de cigüeña blanca del piedemonte del P. N. de la Sierra de Guadarrama, comprende la necesidad de una rehabilitación de la cubierta del edificio para solventar su aparente precariedad. Por otro lado, afirma que la esperada intervención en este B.I.C., aunque halla copado gran parte de la inversión destinada al legado cultural desde la administración autonómica (siendo forzoso, por ejemplo, un proyecto arqueológico sobre el término municipal para la aprobación del nuevo P.G.O.U.), esta totalmente justificada, pero también que su innegable repercusión sobre el comportamiento de estas aves migratorias, exige un cuidadoso pautado con miras a no enquistar una problemática todavía latente.
El Colectivo Azalvaro, que ya ha puesto sobre la mesa del Ayuntamiento local un itinerario urbano desde su línea de acción OTEA, el “Paseo ornitológico por la Villa de El Espinar”, donde se da a conocer la biología de esta zancuda en unidad con la dinamización del patrimonio de esta localidad como producto de interés turístico ornitológico y medioambiental, acepta el desmontaje de los nidos durante las labores de trastejado del mismo modo que recuerda el particular atractivo que supone la presencia de esta colonia nidificante. Un rasgo de singularidad, sobre todo para la sensibilidad foránea, y referente tradicional de un paisaje agropecuario que se hace eco, sin cortapisas, de su reciente declaración como reserva de la biosfera, es decir, como paradigma de concordia entre costumbres y ecosistema.
Por ello, con el ánimo de aportar las recomendaciones más viables y equilibradas para salvaguardar el monumento sin menospreciar la biodiversidad o los intereses del sector servicios y del vecindario, ya se ha iniciado por parte de dicho grupo una ronda de entrevistas con la parroquia, Servicio Territorial de Cultura de Segovia y varias asociaciones avaladas por su dilatado bagaje ornitológico. El objetivo es, pues, servir de guía para desvelar, respectivamente, las causas verídicas en atención a las cuales, definir las alternativas más adecuadas que eviten afecciones sobre estos valores naturales existentes, sin dejar de lado iniciativas peninsulares donde el aprovechamiento como recurso turístico-cultural de las aves traspasa fronteras.
En este papel de orientación, la agrupación conservacionista no duda en argumentar que la colonia se sitúa dentro de la pauta normal de crecimiento -compuesta actualmente por 94 parejas reproductoras, tan solo trece mas que en el 2002, distribuidas en un núcleo rustico, dos periurbanos y dos urbanos-, que no resulta desmesurada su concentración sobre el templo -parte de uno de los dos núcleos urbanos, a día de hoy con 39 nidos ocupados y restos de otra docena abandonados, y acorde con citas de finales del s. XIX- y que, sobre todo, hay que tener en cuenta la actividad, tan significativa como desapercibida, de otras especies como vencejo, golondrina y chova piquirroja.
En suma, para el Colectivo Azalvaro la presencia en la iglesia parroquial de cigüeña blanca tiene en la reiterada perdida de otras ubicaciones su principal causa, sin olvidar otros motivos y excusas, como su carácter gregario o la atracción por la existencia de nidos ya construidos, a los cuales igualmente responde esta congregación. Ante ello, toda reforma edilicia, tanto esta como aquellas que se están llevando a cabo en otros puntos de la localidad en este momento, no solo ha de hacerse eco de la normativa vigente (especie considerada “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Aplicable en la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad), sino de medidas preventivas y compensatorias que minimicen o supriman los posibles efectos negativos, coherentes con la particularidad de cada caso, cuya falta solo desencadena, lejos de soluciones, la renidificación aleatoria con funestas consecuencias para la durabilidad de la obra y, peor aun, múltiples incidencias en todos los inmuebles próximos a unos 500 metros de radio.
Así pues, desde el Colectivo Azalvaro, antes de convertir el tema en un pueril enfrentamiento entre dos invitaciones compatibles, se ve tan irremediable como fructífera el asesoramiento desde una óptica biológica sobre las próximas obras de la iglesia parroquial en aras de alcanzar para las mismas, a través de la ejecución integra y el seguimiento anual de las medidas a proponer, el mayor apoyo posible por su garantía de eficacia y su respeto a la biodiversidad de nuestra Reserva de la Biosfera.