La aparición de seis ejemplares de buitres negros en las inmediaciones de CTR de Ávila-Norte, supone un impacto sin precedentes en la población y conservación de la especie. Se procedió a dar aviso al Servicio de Protección de la Guardia Civil (Seprona) y a los agentes medioambientales de la provincia, para levantar los cadáveres, siguiendo el protocolo de actuación en la investigación de posibles envenenamientos de fauna silvestre.
La Patrulla de vigilancia ambiental del Colectivo Azálvaro en menos de una semana tuvo la mala fortuna de hallar seis buitres en avanzado estado de descomposición en las inmediaciones del Centro de Tratamiento de Residuos Ávila-Norte. Todos buitres negros (Aegypius monachus), especie catalogada como vulnerable en el Catálogo nacional de especies amenazadas.
La localización de los cadáveres, muy próximos unos de otros en las inmediaciones del CTR, y que alguno de los cuerpos contenían una gran cantidad de plástico en su interior que han consumido antes de morir. Crea la sospecha de haber sido la posible causa de la muerte, ya que el consumo de plásticos multiplica su riesgo, obstrucción gástrica o intoxicación por la migración de compuestos nocivos que forman parte de estos plásticos. Esta migración tóxica derivada del consumo de plásticos provoca en las aves daños en su organismo (tejidos blandos como hígado, pulmones…) y metabolismo (trastorno hormonal que puede modificar su conducta reproductiva).
“No podemos establecer con exactitud las causas de la muerte, si se trata de un caso de envenenamiento o intoxicación, hasta tener los resultados de las necropsias realizadas”, indica José Aguilera, presidente del Colectivo Azálvaro. La aparición de seis cadáveres, da la medida del impacto que la ingesta de basura está causando en la población de buitre negro, en poblaciones a veces muy distantes de este punto negro para las aves necrófagas, algo señalado por el Colectivo Azálvaro incontables veces.
La atracción que ejerce el vertedero sobre las aves necrófagas tiene una clara muestra en Risco, el buitre negro nacido el año pasado en Rascafría y seguido por SEO/BirdLife vía satélite. Este individuo estuvo visitando de forma asidua el municipio de Sangarcia, y puntualmente los de Abades y El Espinar (Segovia), donde el Colectivo Azálvaro, a través del programa ARCAN, gestiona Áreas de alimentación específica para Buitre negro. Las dificultades administrativas para mantener la gestión sostenible de estas Áreas, obstaculizó su mantenimiento en marzo del presente año, obligando a Risco y otros ejemplares objeto de seguimiento a frecuentar el citado vertedero.
En el Colectivo Azálvaro creemos que la solución que haga desaparecer este grave impacto para esta especie protegida pasa por impedir el acceso de los buitres al vertedero del CTR y la puesta en marcha simultánea de un programa de alimentación específico para favorecer al buitre negro, ante la competencia con otras especies, principalmente con el buitre leonado (Gyps fulvus). Es evidente que la mala alimentación que ofrece el CTR a los buitres está envenenando e intoxicando a estas aves, además de provocar masivas concentraciones que provocan mortalidades añadidas en líneas eléctricas y parque eólicos. Resolver este problema es una necesidad perentoria que no admite demoras.
Programa que nuestra asociación contempla en su estrategia para la mejora del estado de conservación de las aves necrófagas y sus hábitats. Principalmente a través de ARCAN, Sistema de autogestión de nuestra red de comederos para aves necrófagas. Pero también de la Patrulla de vigilancia ambiental, compuesta por nuestros socios y reforzada con la cada vez más asidua colaboración de voluntarios y amantes del medio natural.
Y con la reapertura de los muladares de Ávila, medida necesaria para paliar esta afección, y poder desarrollar una línea de investigación en los puntos de alimentación suplementaria, con el objetivo de crear una Red Interprovincial Ávila-Segovia de Áreas Específicas de Alimentación para el Buitre negro, que posibilite el acceso preferente al alimento de esta especie, y como medida disuasoria de las concentraciones de hasta ochenta ejemplares en torno al CTR Ávila Norte.
Esta demanda de nuestra organización solo será posible con el compromiso de compensación por parte de las empresas relacionadas directamente con esta situación, con la diligencia en la Administración para hacer cumplir la normativa de protección ambiental de referencia, y con una educación y sensibilización ambiental en el conjunto de la población, concluye el Colectivo Azálvaro.