Cada año, cientos de organismos y defensores de la igualdad animal de todo el mundo se encargan de denunciar y de hacer saber ciertas irregularidades llevadas a cabo por algunos productores despreocupados por el bienestar de sus aves con el fin de crear conciencia y hacer algo al respeto.
En la industria de los huevos, un alto porcentaje de las gallinas que se utilizan para poner huevos pasan su vida en pequeñas jaulas hacinadas en enormes naves industriales sin la movilidad necesaria para darse la vuelta si quiera.
Cada año, cientos de organismos y defensores de la igualdad animal de todo el mundo se encargan de denunciar y de hacer saber ciertas irregularidades llevadas a cabo por algunos productores despreocupados por el bienestar de sus aves con el fin de crear conciencia y hacer algo al respeto.
Por fortuna, no todos los productores de huevos siguen el mismo patrón de producción y muchos se convierten en noticia a destacar cuando abren las puertas de sus granjas para que el mundo conozca la otra manera de criar a las gallinas ponedoras, las de las granjas de gallinas en libertad.
Un vídeo de una granja de Nueva Zelanda, Otaika Valley Free Range Eggs, se ha hecho muy popular en YouTube y redes sociales estos días y no es difícil ver por qué.
Las gallinas son animales inteligentes que disfrutan de la libertad de pasear al aire libre por los prados y cuidar de sus polluelos. En Otaika Valley Free Range Eggs tienen la rutina de abrir las jaulas de sus aves por durante el día para dejarlas deambular por sus amplios terrenos y hacer de las suyas. Además alimentan a su rebaño con granos y proteínas de alta calidad, lo que, sin duda, se traduce en una mejor calidad de los huevos que después son consumidos.
La granja de Otaika Valley cumple con el Código de Bienestar de Animales de Nueva Zelanda de las gallinas ponedoras camperas, que se diferencian de las convencionales por estar criadas en libertad, tal y como informa The Dodo. Un certificado que marca la diferencia.
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