Tombili fue un gato que disfrutó de sus siete vidas en Estambul y se hizo famoso por una forma de estar en la vida: recostado como los romanos, muy comodón.
Para cualquier persona que tenga un animal de compañía en casa seguro que le parece especial, ya sea porque su mascota es más inteligente que otras o simplemente porque es la suya y la quiere tal y como es. Pero es innegable que hay ciertos animales que son más especiales que otros por ciertos comportamientos: perros que no saben jugar al escondite o gatos especialmente cariñosos.
Tombili fue un gato que disfrutó de sus siete vidas en Estambul y se hizo famoso por una forma de estar en la vida: recostado como los romanos, muy ‘comodón’. Su lugar preferido eran unas escaleras al borde de su calle: subía hasta el segundo escalón y ahí se tumbaba, apoyándose con una pata en el primero, a la forma romana cuando utilizaban el triclinium. O simplemente es que el gato era ‘más chulo que un ocho’. Lo cierto es que le encantaba esa posición.
El minino se hizo famoso en la ciudad por su curiosa forma de descansar. Así que, a su muerte, se decidió hacer una estatua de bronce en el lugar donde a él le gustaba descansar para mantener vivo el recuerdo de tan simpático y cómodo animal. Tombili quedará por siempre reclinado en las calles de Estambul, inmortalizado en forma de estatuilla de bronce.
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