Mientras buceaba en Jurien Bay, a tres horas hacia el norte de Perth, Australia, uno de los leones marinos se acercó más de la cuenta y comenzó a jugar con la cabeza del fotógrafo, mientras éste aprovechó la situación para capturar el momento en vídeo.
Cuando Alex intentó tomar una fotografía del león marino, el travieso animal tuvo otros planes y posó sus aletas sobre sus orejas antes de chocarse con la cámara.
Alex, de Coral Bay, Australia Occidental, se encontraba de viaje con un par de amigos y aprovechó para tomar algunas fotografías bajo el agua para una revista de buceo alemana. Ahí fue cuando capturó las increíbles imágenes en la que él mismo ha denominado como una de las «mejores inmersiones de su vida».
