Estos son algunos de los datos más destacables que recoge el informe «El Estado de Conservación las Aves en España 2010», publicado por SEO/BirdLife, y que fue presentado dentro de la Conferencia Internacional del European Bird Census Council «Las Aves como Indicadores de Biodiversidad y Desarrollo Sostenible» que se celebra en Cáceres del 22 al 26 de marzo.
El documento recopila la última información sobre la situación en la que se encuentra cada especie de ave en nuestro país y actualiza las categorías de amenazas. Según indicó SEO/BirdLife, desde la publicación del último «Libro Rojo de las Aves de España» (2004) hasta nuestros días, la gran mayoría de las especies que estaban amenazadas continúan en la misma situación, pero, además, se han registrado nuevas especies en peligro o con tendencias negativas preocupantes.
El grupo de especies más amenazado son las aves acuáticas. El informe de SEO/BirdLife indica que ocho de los 16 taxones (especies y subespecies de aves) catalogados «En peligro crítico» son aves de este ambiente, debido a que tienen poblaciones muy pequeñas y requerimientos muy estrictos de hábitat. También es muy preocupante el estado de conservación que presentan las especies de hábitats esteparios. El 67% de ellas se hallan en alguna categoría de amenaza.
De igual forma, las aves marinas muestran un deficiente estado de conservación. Aunque la mayoría de sus colonias están protegidas, registran una elevada mortalidad adulta por capturas accidentales en artes de pesca y la contaminación por hidrocarburos.
Por su parte, las aves comunes de los hábitats forestales muestran, en general, un aparente buen estado de conservación. Sin embargo, incluyen un buen número de especies amenazadas, como el urogallo, el milano real, o algunos paseriformes forestales endémicos de las Islas Canarias que están catalogados «En peligro».
Estos datos, según SEO/BirdLife, reflejan que España, al igual que el resto de los países de la Unión Europea, no ha cumplido con el objetivo de detener la pérdida de biodiversidad en 2010. Entre las razones para este quebrantamiento figuran la falta de respeto a la legislación vigente y el retraso «considerable» en el desarrollo y aplicación de las distintas estrategias y planes de conservación de especies y espacios protegidos.
Con respecto a las aves comunes, la organización señala que el seguimiento de estas especies durante más de un década muestra que más de un 20% de estas aves presenta una tendencia negativa. Este declive es síntoma o indicador de que el funcionamiento de algunos de sus hábitats «está alterado de forma significativa», por lo que habría que corregir esta situación cuanto antes «para evitar que éstas y otras especies pasen a figurar en la Lista Roja a medio plazo».
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