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miércoles, marzo 22, 2023

Las medidas para favorecer la alimentación de las aves carroñeras

Las aves carroñeras, también conocidas como necrófagas, son aquellas que se alimentan de cadáveres y entre ellas se incluyen especies como el Buitre leonado, el Buitre negro, el Quebrantahuesos, el Milano negro, el Milano real  o el Alimoche, por citar algunas de nuestras más representativas especies de este tipo de aves. Aunque carroña, particularmente en época de penuria de alimentos, también es consumida por otras aves, como la propia Águila real así como otras rapaces nocturnas y diurnas.

Todas estas aves han tenido su principal alimento en los animales que morían en las explotaciones ganaderas que pastaban en nuestros montes, donde se dejaban sus cadáveres en lugares históricos, los llamados muladares, para fueran consumidos por estas aves que hacían una importante labor de limpieza de nuestros montes, manteniendo el equilibrio ecológico y cerrando con el consumo del animal muerto toda la pirámide alimenticia. Pero fue a raíz de la llamada  crisis de «las vacas locas», la Comisión Europea aprobó en 2002 el reglamento 1774/2002, que regulaba el destino de los subproductos animales no dirigidos al consumo humano, entre ellos, los restos de ganado muerto.

Estas medidas restrictivas supusieron un cambio en la gestión ganadera, ya que obligaba a recoger e incinerar los restos de ganado que mueren tanto de forma natural, como por accidente o enfermedad, lo que poco a poco trajo consigo una disminución de alimentos para las aves necrófagas, con una incidencia muy especial en España, donde se concentran más del 50% de las aves carroñeras de toda la Unión Europea.

La escasez de comida generada por estas nuevas prácticas llegó a suponer la desaparición de colonias nidificantes enteras, e incluso, cambios en los comportamientos de las aves que acuciadas pro el hambres han llegado a  atacar al ganado doméstico y a sus crías, particularmente en época de partos.

Hasta ahora y aun cuando la normativa comunitaria y estatal se ha relajado y, contempla una serie de excepciones para la alimentación de las aves necrófagas, la triste realidad es que no se ha traducido en nada positivo, al menos en la forma deseable, particularmente por el temor que los cadáveres sirvan de alimento a carnívoros como el zorro o animales que no rechazan la carroña, como el jabalí, al tiempo que el temor a las epizootias ha estado presente y en zonas como el territorio del Parque Natural Sierra de Baza, con sus más de 53.000 hectáreas, no hay ni un solo muladar o punto para la alimentación de estas aves.

 

A esta situación e hace necesario poner fin con urgencia, para recuperar nuestra biodiversidad, por lo que hemos visto con buenos ojos, la reciente Orden de 2 de mayo de 2012, conjunta de las Consejerías de Agricultura y Pesca y Medio Ambiente, publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía de 21 de mayo 2012, por la que se desarrollan las Normas de control de subproductos animales no destinados al consumo humano y de sanidad animal, en la práctica cinegética de caza mayor de Andalucía. Esta normativa  a la que puede accederse en el siguiente enlace (NORMATIVA BOJA) tiene por objeto establecer los procedimientos de recogida, transporte y eliminación de los subproductos no destinados al consumo humano procedentes de los animales abatidos durante las actividades cinegéticas de caza mayor, en desarrollo del artículo 12 del Decreto 68/2009, de 24 de marzo, por el que se regulan las disposiciones específicas para la aplicación de la normativa comunitaria y estatal en materia de subproductos de origen animal no destinados al consumo humano en la Comunidad Autónoma de Andalucía. Siendo, por tanto, los objetivos de esta Orden limitar al máximo los contagios y mejorar el estado sanitario general de las poblaciones silvestres y la ganadería de Andalucía, al tiempo que se compatibilice la conservación de especies necrófagas y aplicando medidas de manejo que ayuden a mejorar las condiciones sanitarias, y la calidad cinegética en su conjunto, para lo que se contienen una serie de prescripciones técnicas de los muladares particulares que puedan acogerse a esta iniciativa en los Cotos de Caza, lo que es de esperar, y así nos gustaría, se tradujera en que puedan existir muladares dentro del ámbito del Parque Natural Sierra de Baza, correctamente gestionados, que contribuyan a la alimentación de estas aves, tan importantes en nuestro paisaje y en la biodiversidad.

La Asociación PROYECTO SIERRA DE BAZA –

ECOticias.com

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