Los estudios moleculares muestran que la transferencia génica horizontal, que permite la transmisión de material genético entre organismos filogenéticamente distintos y su incorporación estable dentro del genoma del organismo receptor, puede arrojar nueva luz sobre la evolución.
Hoy se sabe que la transferencia horizontal está extendida en los tres dominios biológicos que existen (bacterias, arqueas y eucariotas) y que no sólo afecta a las bacterias, como se creía inicialmente. Sin embargo, el debate sobre la importancia de este mecanismo en la evolución de los distintos dominios sigue abierto.
Por ejemplo, se estima que entre el 1,6% y el 32,6% de los genes de cada genoma procariótico (arqueas y bacterias) han sido adquiridos a través de transferencia horizontal. Sin embargo, su importancia puede ser mayor si se considera el impacto acumulativo de la transferencia a través de linajes evolutivos. Una cosa curiosa es que la transferencia horizontal de genes puede llegar a ocurrir entre especies muy alejadas -se han encontrado genes de origen eucariótico en bacterias-, aunque parece ser más frecuente entre organismos que están más próximos filogenéticamente.
Los estudios moleculares muestran que la transferencia génica horizontal, que permite la transmisión de material genético entre organismos filogenéticamente distintos y su incorporación estable dentro del genoma del organismo receptor, puede arrojar nueva luz sobre la evolución.
Hoy se sabe que la transferencia horizontal está extendida en los tres dominios biológicos que existen (bacterias, arqueas y eucariotas) y que no sólo afecta a las bacterias, como se creía inicialmente. Sin embargo, el debate sobre la importancia de este mecanismo en la evolución de los distintos dominios sigue abierto.
Por ejemplo, se estima que entre el 1,6% y el 32,6% de los genes de cada genoma procariótico (arqueas y bacterias) han sido adquiridos a través de transferencia horizontal. Sin embargo, su importancia puede ser mayor si se considera el impacto acumulativo de la transferencia a través de linajes evolutivos. Una cosa curiosa es que la transferencia horizontal de genes puede llegar a ocurrir entre especies muy alejadas -se han encontrado genes de origen eucariótico en bacterias-, aunque parece ser más frecuente entre organismos que están más próximos filogenéticamente.
“Al margen de las dudas existentes sobre la viabilidad de este mecanismo a largo plazo y de otros factores que permitan calibrar su peso en la evolución, la hibridación merece ser considerada entre las fuerzas evolutivas que han conformado la biodiversidad actual” señala Luis Boto, investigador del MNCN, que añade: “las especies y complejos híbridos deberían ser considerados cuidadosamente a la hora de planificar los estudios de conservación y gestión de la biodiversidad”.
Un caso de hibridación con gran trascendencia evolutiva podría ser el propio origen de la célula eucariótica. Aunque cuestionada durante gran parte del siglo XX, la teoría que sostiene que los eucariotas surgieron tras la fusión de una bacteria y una arquea es aceptada hoy en día por una gran parte de la comunidad científica.
Sin embargo, sigue habiendo discrepancia sobre el modo en que ocurrió y se contemplan diferentes escenarios, sin que hasta la fecha exista un consenso sobre el modelo que pueda explicar mejor el origen de la célula ecuariótica. Porque hay que tener en cuenta que este modelo tendría que explicar también cómo surgieron el núcleo, las mitocondrias o los plastos, además de los diferentes tipos de membrana que caracterizan a este tipo de célula. “Lo que parece claro es que la evolución concebida como un árbol no se puede aplicar estrictamente para describir el origen y evolución de la célula eucariótica” concluye Luis Boto.