Cuando tuvimos los resultados de los primeros pollos marcados (nacidos en cautividad y criados artificialmente, es decir en un Centro de Recuperación) advertimos vislumbrar la idoneidad de las líneas que habíamos instaurado con una especie sin capacidad de auto gestionarse y demandante de un alto plan de manejo de sus núcleos de reproducción.
Desde una estrategia de salvamento en las colonias de cría ante la recolección del cereal y la adopción de pollos huérfanos empleando a tutores y madres nodrizas, se ha demostrado a lo largo de dos décadas por estudios de marcajes y radioseguimiento, la idoneidad de estas medidas, culminadas con éxito. AMUS ha conseguido reintroducir a través de hacking en colonias de esta especie casi cuatrocientos pollos de Aguiluchos en la última década, de muchos de ellos conocemos sus vidas en la Naturaleza.
Cuando tuvimos los resultados de los primeros pollos marcados (nacidos en cautividad y criados artificialmente, es decir en un Centro de Recuperación) advertimos vislumbrar la idoneidad de las líneas que habíamos instaurado con una especie sin capacidad de auto gestionarse y demandante de un alto plan de manejo de sus núcleos de reproducción. El reto era trabajar en condiciones de cautiverio con un ave de presa particularmente especial (médicamente hablando; desde un plano fisiológico y psicológico) en la que las relaciones entre pollos y adultos y entre los individuos de esa agregación colonial en la que desarrolla su estancia en la Naturaleza, es el basamento para alcanzar ese salvoconducto de “pensar” y “actuar” como un Aguilucho. El hándicap ha sido indiscutiblemente haber reproducido todas las secuencias naturales adaptadas a unos rigurosísimos ciclos fenológicos para que los pollos alcanzaran un desarrollo músculo-esquelético y psíquico óptimo, en una franja temporal lo más parecido posible al que hubieran tenido en sus colonias naturales.
Las primeras informaciones no tardaron en aparecer y no fueron otras que conocer el devenir de estos jóvenes observados cruzando el Estrecho dirección al continente africano, cazando insectos, micro mamíferos y paseriformes en las proximidades de las playas de Tarifa (Cádiz), invernando en zonas de Senegal y además con fotografías efectuadas en las que se aprecian las marcas alares. O afrontando no sólo en la región en la que nacieron (Extremadura) sino igualmente en otras (Andalucía, el Alentejo portugués…) uno de los ciclos más importantes para cualquier organismo vivo: la reproducción.
Los equipos de trabajo de AMUS y otros muchos colaboradores se han sumergido a lo largo del tiempo en el conocimiento de esta rapaz transahariana desde aristas muy diferentes (etología, genética, reproducción, migración, neonatología, patologías, nutrición, embriología-incubación artificial, estímulos, instalaciones…)
La aportación de AMUS era complementar todo el trabajo de conservación que ya se estaba acometiendo en el medio a través de la Dirección General del Medio Natural de la comunidad extremeña (gestión-mejora del hábitat y manejo-protección de colonias ante la recolección). Nuestro proyecto no era otro que atender a esas puestas y pollos hipotecados en las colonias de cría naturales, con todas las garantías posibles y reintegrarlos en el seno de poblaciones salvajes con los mayores rangos posibles de viabilidad utilizando en el proceso adultos irrecuperables adoptantes o parejas establecidas que criaban adicionalmente a estos pollos huérfanos emulando un ambiente con todos los factores estimulantes necesarios.
Ya existe mucha información de todo esto. Ahora sabemos de muchas hembras y macho que han sido criados o han nacido en cautividad en el Centro y están emparejados (con descendencia) con otros homólogos salvajes. Este es el fin último de cualquier programa que pretenda reforzar poblaciones con la incorporación de nuevos individuos genética y sanitariamente aptos.
Este próximo Domingo día 27 liberaremos a las 19:00 a través de Hacking una treintena de pollos de Aguiluchos cenizos y cuatro Aguiluchos laguneros criados en AMUS.
Fotos: Labores de cría en el hospital de AMUS y trabajos de salvamento y protección de nidos en colonias ante el paso de las cosechadoras.
Medios de comunicación interesados podrán contactar a través del 924-124051