El alimoche (Neophron percnopterus) es una rapaz necrófaga distribuida por el sur de Europa hasta Asia central y la India, Arabia y África, con poblaciones en Canarias y Cabo Verde. En Castilla-La Mancha se están llevando a cabo sendos planes para recuperar sus poblaciones.
Las principales amenazas que afectan a la supervivencia de las poblaciones de alimoche son los envenenamientos, las molestias durante la cría, la pérdida de territorio, la caza ilegal y furtiva, la electrocución, el plumbismo y la falta de alimento.
Hay que conservar al alimoche
La Fundación Iberdrola España y la organización AMUS – Acción por el Mundo Salvaje, en colaboración con la Junta de Castilla y León, han llevado a cabo este verano una acción clave para la conservación del alimoche (Neophron percnopterus) en Castilla y León, mediante el marcaje con dispositivos GPS de cuatro pollos en las provincias de Salamanca, León y Zamora.
Este proyecto forma parte de una iniciativa nacional que busca identificar amenazas y estudiar el uso del espacio por parte del alimoche en la España peninsular. El objetivo es obtener información precisa sobre sus movimientos, migraciones y zonas de riesgo.
Durante esta primera fase del proyecto, en 2025, se han equipado con GPS un total de 10 pollos en distintas regiones del país, además de un adulto en el noreste. En Castilla y León, además de los cuatro marcajes, se han realizado estudios toxicológicos a seis pollos, con el fin de detectar la presencia de sustancias como metales pesados, antibióticos y antiinflamatorios, que pueden tener efectos graves en aves necrófagas como el alimoche.
Continuidad del proyecto
España alberga cerca de 1.500 parejas reproductoras, lo que representa casi la mitad de la población europea. Por ello, nuestro país tiene una responsabilidad clave en la conservación de esta especie, catalogada como “en peligro” a nivel global y “vulnerable” en la península y Baleares.
El proyecto, que continuará en 2026 con nuevos marcajes y seguimiento migratorio hacia África, cuenta además de con el apoyo de la Fundación Iberdrola España, del Hawk Mountain Sanctuary y la colaboración de las administraciones regionales de Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura y Navarra.
Esta acción se realiza en el marco del compromiso que la Fundación Iberdrola España tiene para con la conservación de especies amenazadas, la protección de la biodiversidad en diversos puntos de la geografía nacional y la lucha contra el cambio climático. ECOticias.com