Chimpancés: comunicación dinámica y creativa. Una característica clave del lenguaje humano es nuestra capacidad para combinar palabras en frases compositivas más grandes. Es decir, donde el significado del todo está relacionado con el significado de las partes. Sin embargo, no está tan claro de dónde vino esta habilidad o cómo evolucionó.
Se sabe que los chimpancés, nuestro pariente vivo más cercano, producen una serie de vocalizaciones diferentes para manejar su vida social y ecológica. Y que, en algunas circunstancias, combinan estas llamadas en secuencias más grandes. Al realizar experimentos cuidadosos y controlados con chimpancés salvajes en Uganda, investigadores de la Universidad de Zúrich (UZH) demostraron que los chimpancés entienden estas combinaciones.
Los chimpancés reaccionan más fuertemente a las combinaciones de llamadas
«Los chimpancés producen ‘huus de alarma’ cuando se sorprenden y un ladrido como ‘waa’ cuando potencialmente reclutan a sus congéneres durante para cazar o luchar». Lo dice Maël Leroux, estudiante de posdoctorado en el Departamento de Ciencias del Lenguaje Comparado de la UZH, quien dirigió el estudio.
«Nuestras observaciones de comportamiento sugieren que los chimpancés combinan estas llamadas cuando se exponen a una amenaza en la que es ventajoso reclutar miembros del grupo, como cuando se encuentran con una serpiente. Pero hasta ahora faltaba la verificación experimental».
Los investigadores presentaron a los chimpancés serpientes artificiales y pudieron obtener la combinación de llamadas. Críticamente, los chimpancés respondieron más fuerte a las reproducciones de la combinación que cuando escuchaban solo «alarma-huu» o «waa-ladrido».
«Esto tiene sentido porque una amenaza que necesita reclutamiento es un evento urgente. Y sugiere que los chimpancés que escuchan realmente combinan el significado de las llamadas individuales», agrega el último autor del estudio y profesor de la UZH, Simon Townsend.
Raíces de la composicionalidad
Una implicación importante de los nuevos hallazgos es la luz potencial que pueden arrojar sobre las raíces evolutivas de la naturaleza compositiva del lenguaje. “Los humanos y los chimpancés compartieron por última vez un ancestro común hace aproximadamente 6 millones de años. Por lo tanto, nuestros datos indican que la capacidad de combinar vocalizaciones significativas tiene potencialmente al menos 6 millones de años, si no más”. Explica Townsend.
“Estos datos brindan una visión intrigante del surgimiento evolutivo del lenguaje”, agregó Leroux. En pocas palabras, apunta a que la composicionalidad se originó antes de la aparición del lenguaje mismo. Aunque hace falta más trabajo de observación y experimentación de seguimiento en la naturaleza, en otras especies de grandes simios, para confirmar esto. Chimpancés: comunicación dinámica y creativa.