La loina es una especie incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y considerada prioritaria en la Directiva Hábitats de la Unión Europea. Su distribución se limita a algunos ríos de la cuenca del Júcar, lo que le convierte en un pez altamente vulnerable ante la pérdida de hábitat, la contaminación y las alteraciones hidrológicas.
En este sentido, la Comunitat Valenciana, en colaboración con la Fundación Oceanogràfic de València, ha llevado a cabo la reintroducción de 33 ejemplares de loina en un tramo del río Magro, en la provincia de Valencia, una zona especialmente afectada por los efectos de la última dana que ocasionó crecidas, arrastres de sedimentos y un notable deterioro del hábitat fluvial.
Reintroducción de loinas
La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio y la Fundación Oceanogràfic han reintroducido un total de 33 ejemplares de loinas -o madrillas del Júcar- , en un tramo del río Magro, en el término municipal de Yátova (Valencia), que quedó gravemente dañado por la dana del 29 de octubre de 2024.
Esta especie de pez de agua dulce (‘Parachondrostoma arrigonis’) está catalogada en peligro crítico de extinción y es una de las más amenazadas de la península ibérica, según informa la Generalitat en un comunicado, en el que indica que, con esta suelta, además de devolver la biodiversidad a toda la zona, se busca luchar contra la amenaza de las especies invasoras.
El secretario autonómico de Medio Ambiente y Territorio, Raúl Mérida, ha subrayado que su reintroducción «no solo busca recuperar la especie, sino también combatir el problema de las especies invasoras que, tras la riada que asoló esta área, encontraron un nicho en el que asentarse«. Ha recordado que la presencia de especies invasoras, la alteración de los regímenes de caudal y la presión pesquera «han reducido las áreas de distribución de la loina y han provocado un importante declive en sus poblaciones naturales».
Gracias a esta suelta, realizada en colaboración con la Fundación Oceanogràfic, «vamos a poder luchar contra esa amenaza y devolver la biodiversidad a toda la zona”, ha añadido. Antes de soltar los 33 ejemplares, técnicos de la Fundación y del Centro de Conservación de Especies Dulceacuícolas de El Palmar han señalado a cada pez con una pequeña marca de color o microchip, según su tamaño, para garantizar un control posterior.
De los 33 ejemplares, 22 provienen de la piscifactoría de El Palmar y los 11 restantes se han criado en el Lago Vivo del Oceanogràfic de València, en un espacio natural creado para fortalecer la reproducción y la adaptación de especies amenazadas.
Esta iniciativa se enmarca en el programa de conservación de especies acuáticas autóctonas desarrollado por la Fundación Oceanogràfic y la Conselleria de Medio Ambiente.
Con esta reintroducción, se pretende reforzar las poblaciones silvestres de loina en un tramo ecológicamente favorable del río Magro, contribuyendo a su conservación ‘in situ’.
El Lago Vivo del Oceanogràfic se ha consolidado como un espacio clave de cría y aclimatación de especies dulceacuícolas, refuerza la labor educativa y de conservación del centro y permite reintroducir ejemplares con mayor probabilidad de éxito en hábitats naturales. Desde la Fundación Oceanogràfic se continúa apostando por la colaboración entre entidades científicas y administraciones públicas como herramienta clave para preservar la biodiversidad y combatir la pérdida de especies endémicas, únicas en el mundo.