El cormorán moñudo es una de las aves marinas más emblemáticas de la costa gallega, pero se encuentra en situación crítica en la isla de Ons (Bueu) debido a la llegada de una especie invasora que ha alterado gravemente el equilibrio ecológico del archipiélago. El Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia ha confirmado un descenso alarmante en la población reproductora de esta ave, que en los últimos años ha sufrido ataques directos a sus nidos y polluelos.
El cormorán moñudo, catalogado como “vulnerable” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, depende de acantilados y zonas rocosas para anidar. La introducción accidental del visón americano ha generado una nueva presión sobre esta especie, ya amenazada por la falta de alimento y las alteraciones del hábitat como alertan desde entidads ecologistas.
Alerta: baja la población de cormorán moñudo en Bueu
Ecologistas han alertado de la situación «crítica» que atraviesa el cormorán moñudo, una de las aves nidificantes más características del Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia, en la isla de Ons (Bueu). Por primera vez desde que hay registros, el número de parejas de cormorán moñudo en el archipiélago de Ons está por debajo de las trescientas, en concreto 287.
La desaparición de esta especie supondría una «pérdida mayúscula» para el parque nacional, por ser una de sus especies emblemáticas. Esta ave anida en los acantilados de la isla de Ons y pesca en sus ricos fondos marinos. Pero cualquier alteración grave que sufre el medio natural y en especial el medio marino de la isla, se refleja «casi inmediatamente» en el estado de las poblaciones de esta especie.
La llegada de un depredador como el visón americano es una de las causas de la reducción del número de ejemplares del cormorán moñudo, pero los colectivos ambientalistas reconocen que los responsables del parque están tomando medidas y colocando trampas para erradicarlo.
«No nos consta», sin embargo, que se hayan tomado ninguna de las otras medidas urgentes recomendadas por el plan de conservación del cormorán moñudo, exponen en un comunicado. Entre otras, alertan de la presencia de «redes fantasma» de pesca, aquellas que por los temporales quedan enganchadas en el fondo y no se pueden recuperar; o de la «excesiva» presencia del turismo náutico, sobre todo de motos de agua, en las zonas de alimentación.
A esto suman los «especialmente graves» episodios de pesca furtiva «al balo», que consiste en cercar una ensenada con redes y en golpear el fondo de la embarcación y el mar haciendo ruido para asustar el pescado hacia los aparatos. Esta técnica también asusta a los cormoranes, que se tiran al mar y tratan de escapar sumergiéndose, lo que provoca que perezcan enganchados en las redes.
Estas entidades exigen que la dirección del parque incremente la vigilancia sobre todas estas actividades, que se diseñe un programa de eliminación de las «redes fantasma» y que se apliquen las medidas recomendadas en el plan de conservación del cormorán moñudo.