CREAF en la COP15 de la biodiversidad. Lo hará gracias a una delegación del CREAF formada por Alícia Pérez-Porro, coordinadora científica del CREAF, Lluís Brotons, investigador del CSIC en el CREAF. Y los investigadores del CREAF Sergi Herrando y Daniel Villero, todos ellos serán en Canadá del 9 al 16 de diciembre. Esta delegación coincidirá con la delegación del Gobierno de la Generalitat de Cataluña que también asiste para presentar las iniciativas que se están impulsando para revertir la pérdida de biodiversidad y que se contemplan en la Estrategia del patrimonio natural y la biodiversidad de Cataluña 2030.
Ciencia presente
«La ciencia debe tener presencia en convenciones multilaterales internacionales como las COP, por el componente científico de los temas que se tratan y para informar las soluciones posibles que se debaten», comenta Pérez -Porro. Y añade «a diferencia de la emergencia climática, donde muchas de las políticas públicas van enfocadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, en la conservación de la biodiversidad nos encontramos un cambio de paradigma. Con diferentes definiciones de biodiversidad (totalidad de estar vivos, la genética y de ecosistemas), con frentes más difundidos a atacar y con una falta de indicadores equiparables a los de la concentración de CO2 que acompaña al debate climático”.
El CREAF como centro de investigación es entidad observadora de esta COP desde este año y las personas de esta delegación representan también a entidades científicas muy relevantes en el estudio y seguimiento de la pérdida de biodiversidad. Hablamos, por un lado, del papel destacado de Lluís Brotons como miembro del IPBES, el Panel Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (un panel hermano del IPCC pero centrado en la preservación de la naturaleza). O de Sergi Herrando, miembro del equipo de dirección del European Bird Census Council, la entidad europea de referencia en el seguimiento de las aves, un grupo clave para entender el estado de salud del planeta.
Observadores
Ambos, junto con Daniel Villero, experto en reptiles y anfibios, viajan a Montreal para compartir conocimiento sobre cómo el cambio climático, los incendios o el cambio de usos del suelo afectan a la biodiversidad. Además de sobre el papel de la ciencia ciudadana en el seguimiento a largo plazo. Y sobre todo, para explicar la experiencia, transfiriendo conocimiento a las políticas públicas Una línea de trabajo que ha permitido al CREAF coordinar el primer informe sobre el Estado de la Naturaleza en Cataluña o el propio Observatorio de la Biodiversidad del Patrimonio Natural y la Biodiversidad.
Esta COP se ha pospuesto varias veces por la COVID-19. Y de hecho, debería haberse celebrado en Kunming (China). En esta COP los países negociarán un marco mundial ambicioso, exhaustivo y transformador para preservar y restaurar la biodiversidad para después de 2020. El objetivo será abordar de forma eficaz y simultánea los factores directos e indirectos que provocan la pérdida de biodiversidad y fomentar la restauración de la naturaleza. Además, quieren incorporarse mejoras a los derechos indígenas y la equidad. CREAF en la COP15 de la biodiversidad.
Montreal: el «París de la biodiversidad»
Al igual que la COP21 de la UNFCCC en París supuso el nacimiento del Acuerdo de París, se busca que la CBD COP15 de Montreal sea el “París de la biodiversidad”. Un encuentro rompedor que marque objetivos y acciones muy ambiciosas que sirvan para revertir la pérdida de biodiversidad, a la hora de hacer frente a la crisis climática. La idea será proponer hitos intermedios para 2030. Para acelerar la acción política en defensa de la naturaleza y marcar los grandes pilares para 2050.
La CBD es un tratado multilateral sobre cómo las naciones deberían utilizar y proteger los recursos naturales de la Tierra de los que tanto depende la propia humanidad. Nació con el objetivo de detener la pérdida de biodiversidad para 2010 y se abrió a ser firmado en la Cumbre de Río en 1992. Momento en que lo ratificaron todos los países de Naciones Unidas, excepto Estados Unidos (lo han firmado hasta la fecha 196 países).
Es evidente que su objetivo inicial de detener la pérdida de biodiversidad para 2010 fracasó, por eso en la conferencia de la CBD COP10 de Japón de 2010 se llegó al acuerdo de un nuevo plan estratégico a 10 años que incluía los 20 objetivos de biodiversidad de Aichi. Ninguno de estos objetivos se ha cumplido íntegramente, pero tenemos mucho que aprender del camino recorrido estos últimos 10 años.
“A pesar del fracaso, desde que la CDB entró en vigor en 1993, se ha evitado la extinción de hasta 70 aves y mamíferos. Los esfuerzos de conservación han sido múltiples y no han fallado de forma general, pero necesitamos más ambición y debemos mejorar las acciones hasta ahora realizadas.”, afirma Alícia Pérez-Porro. CREAF en la COP15 de la biodiversidad.
30 por 30: restauración y cambios en las finanzas a favor de la naturaleza
La ciencia es clara: a medida que la biodiversidad global sigue disminuyendo a un ritmo alarmante, debemos restaurar los procesos naturales que hemos perdido y proteger el 30% de las áreas terrestres, de aguas continentales y marinas para 2030—el famoso ‘ 30 by 30’ propuesto por Unión Europea.
“Es importante recordar que es necesario mantener y aumentar la protección de la biodiversidad, pero también recuperar la naturaleza donde la hemos perdido para revertir su pérdida tanto dentro como fuera de las zonas protegidas y avanzar hacia una transformación de nuestras sociedades que sea compatible con su preservación”, comenta Brotons.
En esta COP15 también se pretende reformar las políticas de subsidios que actualmente provocan que el mundo se gaste alrededor de 1,8 billones de dólares al año para subvencionar actividades que dañan la naturaleza, según un informe de coaliciones de grupos empresariales y conservacionistas centrados en la sostenibilidad.
Por otra parte, se quieren promover incentivos y aumentar la financiación para apoyar la naturaleza. Cuyo objetivo será redirigir este flujo de efectivo para proteger la biodiversidad. Las inversiones en soluciones basadas en la naturaleza, es decir, emplear la protección, gestión y restauración adecuada de los ecosistemas para solucionar problemas que tiene la sociedad, deben triplicarse al menos para 2030. Solo así se podrá combatir el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la desertificación, según el informe Estado de las finanzas para la naturaleza de 2021 de Naciones Unidas. CREAF en la COP15 de la biodiversidad.