Qué pasa con los animales cuando hay un eclipse solar

Publicado el: 8 de abril de 2024
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Eclipse solar animales

Un eclipse solar es un fenómeno celeste que cambia drásticamente el aspecto de los dos objetos más grandes que vemos en el nuestro cielo: el Sol y la Luna. En la Tierra, es posible observar un eclipse solar cuando la Tierra, la Luna y el Sol se alinean.

Aunque históricamente los eclipses se han asociado a un comportamiento inusual de los animales, este aspecto sigue presentando numerosos enigmas para la ciencia. Para conocer más en profundidad como estos fenómenos astronómicos afectan a los animales, y a la vida sobre la Tierra en general, la NASA ha desarrollado un proyecto de ciencia ciudadana de cara al eclipse solar del 8 de abril, en el que invita a convertirse en científico a cualquiera que desee participar: Eclipse Soundscapes.



Este proyecto servirá para revisar y complementar al mayor estudio que se ha realizado al respecto, publicado hace ya casi un siglo, en 1935. El trabajo científico analizó el comportamiento de 17 especies animales (incluidos mamíferos, aves y reptiles) durante el eclipse solar total del 31 de agosto de 1932, y llegó a la conclusión de que aproximadamente el 75% de las especies observadas exhibieron una respuesta inusual, alterando mayoritariamente sus comportamientos vespertinos o nocturnos establecidos. Al mismo tiempo, también se apreció en algunos de ellos signos evidentes de ansiedad.

El estudio reunió 498 observaciones personales de guardabosques, naturalistas y miembros del público en general. Además de cambios en el comportamiento de los animales, el trabajo reflejó alteraciones en el paisaje sonoro durante el eclipse, ya que el patrón habitual de los sonidos emitidos por las especies -desde aves hasta insectos- fue diferente.



«En este caso en concreto se da la circunstancia de que va a haber una zona muy grande en Estados Unidos donde la sombra del eclipse total va a ir atravesando el país. El hecho de que se produzca la noche durante el día hace que algunos animales se pongan de repente en modo nocturno cuando no deberían hacerlo, y además puede ocurrir en zonas donde normalmente no se ha producido este efecto, por lo que puede afectar a animales en los que no se ha estudiado tanto, y vendría bien conocerlo mejor», explica el astrofísico y divulgador Juan Ángel Vaquerizo. «Cuando tienes la opción de ver en muchas especies el efecto del eclipse, cuantos más datos tengas, puedes comprenderlo mejor», recalca.

En España, donde el eclipse va a ser parcial y apenas perceptible, no se prevé que los animales se vean influidos por el fenómeno astronómico. Tanto en las provincias de A Coruña y Pontevedra, como en las islas más occidentales del archipiélago canario, el fenómeno astronómico se apreciará muy débilmente y durante pocos minutos, debido a que el sol se ocultará poco después de su comienzo. «España va a estar fuera de la franja de totalidad, en lo que se conoce como franjas de parcialidad, donde la luna hace como un bocado del sol. En esas zonas donde la parcialidad es muy reducida, como va a ser el caso de España, si no sabes que hay eclipse, ni lo notas», aclara Vaquerizo, para subrayar que «aquí el efecto que pueda tener en las personas o en los animales es muy limitado».

Eclipse solar: conductas extraordinarias en animales

Observaciones anteriores del comportamiento animal durante los eclipses han evidenciado que muchas especies adoptan conductas extraordinarias, interrumpiendo su actividad diurna. Por ejemplo, algunas aves regresan prematuramente a sus nidos, o animales de granja como vacas vuelven a los establos para dormir. Un artículo publicado en Annals of the Entomological Society of America después del eclipse de 2017 en Estados Unidos reveló que todas las abejas dejaron de volar durante la oscuridad total, aunque la actividad de vuelo no se vio afectada por la luz tenue en las fases parciales.

Otras especies han adoptado conductas que sugieren estados de confusión o amenaza, como es el caso de los flamencos observados en un zoológico de Carolina del Sur durante el eclipse de 2017, que se reunieron con sus polluelos en actitud protectora; o las tortugas de Galápagos del mismo centro, que comenzaron a aparearse durante el fenómeno astronómico.

También hay estudios centrados en especies cognitivamente superiores, como es el caso del chimpancé -que junto con el bonobo es el más cercano evolutivamente al ser humano-. Durante el eclipse solar de 1986, un grupo de primatólogos del entonces centro Yerkes de Atlanta (Estados Unidos) estudió su comportamiento, y la mayor parte de estos animales mostró reacciones atípicas ante el fenómeno astronómico, muchas de ellas de curiosidad.