Los incendios (como los que han arrasado 400000 hectáreas este verano) provocan la destrucción de ecosistemas completos, lo que obliga a los animales a desplazarse en busca de alimento y refugio. En este escenario, el lobo ibérico se encuentra expuesto a mayores riesgos, tanto por la pérdida de presas naturales como por el incremento de su contacto con áreas humanizadas.
Por ello, diversos colectivos ambientalistas sostienen que permitir su caza en estas circunstancias supondría añadir una presión adicional a una especie ya amenazada por la fragmentación de su hábitat y la persecución histórica.
Lobos que también sufren las consecuencias de los incendios
El Fondo para la Protección del Lobo Ibérico ha reclamado a las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria, Galicia y Castilla y León que suspendan la caza y los controles de este animal hasta que no se garantice la recuperación de las especies y sus hábitats afectados por los incendios forestales. La plataforma ha señalado en un comunicado que ha registrado un requerimiento para suspender la caza tanto en las comunidades que tienen en marcha «acciones de control letal de lobos» (Asturias, Cantabria y Galicia) como en las que han sufrido un impacto particularmente severo de los fuegos (Castilla y León).
El requerimiento insta a la suspensión de todas las resoluciones, planes, órdenes y autorizaciones que permitan la caza, «por tiempo indefinido en tanto que no se garanticen unas condiciones adecuadas y seguras en los hábitats donde anteriormente residían las especies consideradas cinegéticas».
También se demanda la veda, por tiempo indefinido, en todas las zonas declaradas catastróficas por el Consejo de Ministros y sus espacios colindantes en un radio de 10 kilómetros, que «se han convertido ahora en los refugios para todos los animales que han podido abandonar sus zonas habituales, ahora calcinadas y sin ninguna opción para obtener alimento en ellas«. En el caso del lobo, han afirmado que «con toda seguridad, los grupos que han perdido sus territorios han sido forzados a entrar en competencia directa por el alimento y refugio con otros grupos de lobos, por lo que pueden haberse dado casos de mortalidad intraespecie».
«Es responsabilidad de las comunidades autónomas comprobar cuantos grupos reproductores han sido perjudicados, y volver a reajustar los censos realizados anteriormente ya que estos episodios, absolutamente extraordinarios, sin duda han provocado una indeterminada mortalidad en la especie, cebándose con seguridad en muchos cachorros», ha señalado.
El Fondo, que integra a más de 50 colectivos de España y Portugal, ha argumentado que la propia legislación de caza y protección de espacios naturales señala «expresamente la posibilidad de adoptar estas suspensiones en supuestos extraordinarios», como esta oleada de incendios.
La plataforma ha defendido que es «responsabilidad directa» de las comunidades activar de forma urgente planes de recuperación para todas las especies de flora y fauna golpeadas por los incendios y ha apelado a la apertura de líneas de ayudas a organizaciones conservacionistas para proyectos de recuperación y restauración de espacios y biodiversidad. «Que no sean los cazadores y ganaderos quienes exclusivamente disfruten de estas ayudas anunciadas por Castilla y León o Asturias», ha defendido.
En resumen, la petición se fundamenta en la necesidad de proteger a esta especie en un contexto de especial vulnerabilidad para la fauna silvestre, cuyos hábitats han quedado gravemente dañados por el fuego. Conviene recordar que la población del lobo ibérico en toda la península es de unos 1600 ejemplares. EFE / ECOticias.com