El buitre negro (Aegypius monachus) es un ave carroñera amenazada en la Península Ibérica que ha sido reintroducida en diferentes regiones durante las dos últimas décadas con el objetivo de que logre remontar el declive que experimenta esta especie a causa de las acciones antropogénicas que la amenazan.
Ostenta el título de buitre más grande del Viejo Mundo y es una de las aves rapaces más grandes y pesadas del mundo, con una envergadura que se extiende casi 3 metros. Desafortunadamente, el buitre negro ha enfrentado a una fuerte disminución en sus hábitats europeos, pero hay buenas noticias en el horizonte.
Gracias a una floreciente población española, esta impresionante especie está regresando a regiones de toda Europa, desde Portugal y Francia hasta Bulgaria, trayendo esperanza para la supervivencia y el resurgimiento de esta majestuosa criatura
Resurgimiento del buitre negro
Paco es el nombre con el que han bautizado a través de una votación popular en redes sociales al buitre negro liberado en Extremadura, región clave para la conservación de la especie en España, llevada a cabo por la organización Acción por el Mundo Salvaje (AMUS) y la Fundación Endesa. Es un ave que “representa no solo una nueva oportunidad para la especie, sino también una presentación pública de un proyecto ambicioso, riguroso y con impacto”, según han indicado.
Con motivo del Día Internacional de la Biodiversidad han presentado el proyecto que busca marcar con emisores GPS a más de 20 buitres negros en distintos puntos del territorio nacional, permitiendo su seguimiento y monitoreo. Además, cada ejemplar será sometido a un chequeo sanitario exhaustivo, con especial atención a la detección de contaminantes como metales pesados y pesticidas, garantizando así su bienestar y contribuyendo a la conservación de la especie.
Paco es el primero de los buitres liberados en una zona con condiciones óptimas de alimentación y baja exposición a amenazas, lo que facilitará la adaptación del ejemplar al medio natural, al que además se le ha instalado un dispositivo GPS para realizar un seguimiento detallado de sus movimientos, identificar posibles riesgos y obtener datos valiosos para reforzar las estrategias para asegurar el futuro de esta ave carroñera.
“Este proyecto, alineado con nuestra nueva estrategia para el periodo 2024-2027, nos permite trabajar junto a entidades de referencia en la protección de especies en peligro de extinción, como el buitre negro, y colaborar de forma directa en la conservación del patrimonio natural de nuestro país”, ha destacado el responsable de proyectos de biodiversidad en Fundación Endesa, Juan Ignacio Ferrer.
Paco liberado en Extremadura
Por su parte, el director de AMUS, Álvaro Guerrero Mayo, ha explicado que el buitre negro es el emblema del bosque mediterráneo y una de las especies más representativas de Extremadura. Este tipo de proyectos, que combinan investigación científica y acción directa en el territorio, son fundamentales para su protección y para consolidar a Extremadura como referente en conservación de grandes rapaces necrófagas, ha indicado.
El trabajo de campo se complementa con análisis toxicológicos, estudios de uso del espacio y una red de colaboración entre comunidades autónomas. “Por primera vez, estamos abordando la obtención de información a nivel nacional, centrada especialmente en individuos adultos, lo que supone un reto técnico y científico de gran valor”, ha añadido el coordinador técnico de AMUS, Alfonso Godino Ruiz.
La liberación del buitre negro se enmarca en la nueva estrategia de biodiversidad de la Fundación Endesa que llevará a cabo con una inversión de 2,2 millones de euros durante los próximos tres años poniendo el foco en dos grandes ámbitos: la protección de especies emblemáticas en peligro de extinción y la restauración ecológica de ecosistemas clave. EFE / ECOticias.com


















