El proyecto RURAL LABSCAPE tiene como objetivo desarrollar un laboratorio viviente (Living Lab) rural en Vall de Almonacid, Castelló, para responder a desafíos como el envejecimiento y despoblamiento rural y la pérdida de patrimonio cultural y natural.
Este proyecto representa una nueva generación de Living Labs o “Laboratorios vivientes” que extiende la cooperación entre la ciudadanía y la ciencia a través de un enfoque de planificación territorial a escala paisaje.
RURAL LABSCAPE cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.
Proyecto RURAL LABSCAPE
Frente al abandono de tierras y la falta de relevo generacional en la agricultura, el proyecto desarrollado por la Universidad de Alicante, WWF España, Interpreta Natura y la Fundación Herbes del Molí, junto al Ayuntamiento de Vall de Almonacid, trata de recuperar su paisaje en mosaico de la mano de la población local a través de un “laboratorio viviente” en el que se diseñan e implementan acciones relacionadas con la restauración ecológica.
Dentro del proyecto, desde 28 de mayo de 2024 se lleva a cabo la plantación de plantas aromáticas autóctonas, como el espliego, el lavandín y el orégano, tres especies perfectamente adaptadas al clima mediterráneo de la región y a los escasos recursos hídricos. Son especies resilientes para las zonas de secano más vulnerables al abandono que, además, fomentan la biodiversidad, ya que atraen polinizadores y ofrecen un refugio a la fauna durante el invierno.
Esta acción, además de incrementar la biodiversidad y los polinizadores, es una apuesta estratégica por la diversificación económica, ya que la producción de aromáticas abre nuevas oportunidades para los residentes y potenciales nuevos pobladores. Las tres especies se utilizan para la producción de aceites esenciales, extractos y plantas secas para alimentación, cosmética y fitoterapia; y suponen una opción para proyectos de turismo sostenible.
Función de los setos vivos
En diciembre pasado, el equipo técnico de la Fundación Herbes del Molí visitó los terrenos agrícolas seleccionados para su recuperación, dentro del proyecto Rural Labscape. En la visita, el equipo de expertos evaluó el estado de las tierras y diseñó estos setos vivos, que cumplen diversas funciones:
- fomentan la polinización, ya que tienen flor todo el año
- proveen refugio y alimento para aves e insectos
- fortalecen la resiliencia agroecológica frente a incendios y plagas
- contribuyen a mejorar la productividad de los cultivos colindantes.
Recuperación de la biodiversidad y el campo
El paisaje rural ha cambiado de forma drástica debido al abandono de tierras de cultivo. Entre 2012 y 2021, España perdió casi dos millones de hectáreas agrícolas. Este fenómeno ha generado una cobertura uniforme de pinar, que reduce la diversidad de hábitats y la capacidad del paisaje para resistir las perturbaciones derivadas de la crisis climática.
En este contexto, los campos donde se implantarán los setos vivos coinciden con las áreas donde WWF está llevando a cabo clareos controlados. Estas intervenciones buscan eliminar la vegetación oportunista y preparar el terreno para su recuperación ecológica y agroforestal.
Los campos abandonados serán puestos a producir
Los campos recuperados pasarán a formar parte de una experiencia piloto de Banco de Tierras, liderada por el Ayuntamiento de Vall de Almonacid. Esta iniciativa busca identificar parcelas en desuso —públicas y privadas— y ponerlas a disposición de nuevos agricultores, y diversificar la actividad de los ya existentes. Además se ofrecerán formaciones especializadas, centradas en el ámbito agroforestal. Para garantizar el éxito, se fomentará la participación de actores locales a través de acuerdos de custodia del territorio.
En los próximos meses, el proyecto continuará con las plantaciones de setos vivos y los trabajos de clareo en las áreas seleccionadas. Estas acciones consolidarán un modelo ejemplar de integración entre conservación ambiental, regeneración del paisaje y desarrollo rural, destacando la biodiversidad y la resiliencia como pilares esenciales para construir un futuro sostenible.
RURAL LABSCAPE cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.