En el caso del compostaje doméstico, se explicarán todos los pormenores del protocolo a seguir: desde la propia ubicación del compostador (recipiente de 350 litros de capacidad fabricado con material reciclado y reciclable) hasta los restos orgánicos que deben y no deben ser depositados en el mismo, control de parámetros tales como la temperatura, el oxígeno y la humedad, cómo hacer frente a determinadas incidencias y cómo solventar los errores más comunes.
Tras la formalización del acuerdo de colaboración entre el concello de As Pontes de García Rodríguez y Sogama para la implantación de un programa combinado de compostaje doméstico y vermicompostaje, las 50 familias que se han inscrito en esta iniciativa (25 instaurarán prácticas de compostaje doméstico y otras 25 de vermicompostaje), recibirán mañana, día 18, sendos cursos de formación impartidos por especialistas en la materia al servicio de Sogama.
En el caso del compostaje doméstico, se explicarán todos los pormenores del protocolo a seguir: desde la propia ubicación del compostador (recipiente de 350 litros de capacidad fabricado con material reciclado y reciclable) hasta los restos orgánicos que deben y no deben ser depositados en el mismo, control de parámetros tales como la temperatura, el oxígeno y la humedad, cómo hacer frente a determinadas incidencias y cómo solventar los errores más comunes.
Respecto al vermicompostaje, la dinámica de la formación será muy similar, aunque en este caso el proceso está protagonizado por lombrices de tierra, con altas tasas de reproducción, digestión y adaptabilidad, capaces de convertir la materia orgánica en un humus que incluso puede llegar a superar la calidad del propio compost doméstico, constituyendo un magnífico fertilizante para el suelo, toda vez que favorece el crecimiento vegetal y lo dota de una gran esponjosidad y protección ante plagas y agentes externos nocivos.
La disposición de los vermicompostadores domésticos suele ser vertical a fin de que ocupen el menor espacio posible, estructurándose en varios módulos que facilitan la continuidad del trabajo realizado por las lombrices.
Con la implantación simultánea de ambas técnicas, el concello pretende dar un tratamiento ecológico a los desechos orgánicos, cerrando el ciclo de recuperación de los mismos en los propios hogares.
BENEFICIOS
Dado que los residuos orgánicos representan aproximadamente el 42% de una bolsa de basura tipo, si se reciclan in situ, se evita su depósito en los contenedores verdes convencionales, circunstancia que trae consigo importantes beneficios. Desde la dimensión ambiental, porque se reduce la frecuencia de recogida y transporte de la basura y, por tanto, disminuyen las emisiones de CO2 a la atmósfera; desde la económica, porque se entregan menos residuos a Sogama, viéndose aminorado el importe de la factura a pagar a esta empresa pública; y desde la social, porque se recupera una práctica tradicional en Galicia como es la segregación de la materia orgánica para alimento del ganado y/o elaboración de compost.
Si bien en el caso del compostaje doméstico, es necesario que las viviendas que participen en el mismo sean unifamiliares y cuenten con huerto o jardín en el que aplicar el compost resultante, lo cierto es que en el vermicompostaje no es condición indispensable, pudiendo llevarse a cabo incluso en la terraza o balcón de un piso.
HACIA LA ECONOMÍA CIRCULAR
Con este proyecto, el concello de As Pontes de García Rodríguez, que realizará un escrupuloso seguimiento del mismo a través de visitas periódicas casa por casa para comprobar la técnica y corregir malas prácticas, pretende dar un paso más hacia el desarrollo sostenible y reforzar al mismo tiempo el sistema de recogida selectiva del conjunto de los desechos para contribuir en mayor medida al reciclaje y, por tanto, al ahorro de energía y materias primas.
Con tal fin, dispone de una ecoescuela, ubicada en el barrio de As Campeiras, cuya función es precisamente acoger actividades educativas orientadas al consumo responsable, la menor producción de residuos, la reutilización y, por supuesto, la transformación de materiales en nuevos artículos de valor.
En este marco, la economía circular constituye el principal punto de referencia para el ayuntamiento, siendo su objetivo convertir los residuos en recursos y avanzar hacia una verdadera sociedad del reciclaje, conforme a los preceptos europeos.