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viernes, septiembre 29, 2023

SIRUSA, a la cabeza de la gestión de los residuos en la zona de Tarragona.

El 15 de mayo de 1987 se publicaba la noticia de la constitución de la Mancomunidad de Incineración de Residuos Urbanos del Camp de Tarragona.

¿Cómo nace SIRUSA?

Los problemas de gestión de los residuos en las ciudades, con cada vez más grandes y más volumen por persona y día, se convierten en claves y estratégicos en las políticas municipales de los primeros ayuntamientos democráticos de 1979 ante las quejas vecinales por la salubridad y malos olores.

Los principales consistorios del área de Tarragona lo abordaron desde una visión supramunicipal buscando una solución conjunta. Bajo el liderazgo del alcalde de la capital, Josep M. Recasens, se gestó la decisión política firme, con una solución técnica acertada y avanzada: una apuesta por la valorización de los residuos: incineración con recuperación de energía.

El 15 de mayo de 1987 se publicaba la noticia de la constitución de la Mancomunidad de Incineración de Residuos Urbanos del Camp de Tarragona. Además de aportar soluciones a uno de los problemas básicos de la calidad de vida y convivencia en las ciudades, marcó un hito político y también en la modernización de las infraestructuras y servicios.

Inicialmente la Mancomunidad estaba constituida por Tarragona, Reus, Valls, Cambrils, Constantí y Vila-seca/Salou (entonces municipio único). El proyecto inicial contaba con dos líneas y se preveía espacio para un tercer horno; en total, capacidad para más de 400 toneladas diarias y el coste inicialmente previsto era de una 12 M de Euros (unos 2.000 millones de pesetas).

Para explotar la planta, la Mancomunidad constituyó en 1990 una empresa pública: Servicio de Incineración de Residuos Urbanos, S.A. (SIRUSA), con el 60% del capital de la Mancomunidad y el 40% del Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (ICAEN), del Ministerio de Industria A Finales de 1990 comenzaron las pruebas de la planta, y el proceso concluyó en abril de 1991, al conectar la planta a la red eléctrica. Desde entonces, se ha ido adaptando a los cambios normativos asociados a los requisitos, cada vez más exigentes, de las Directivas comunitarias.

¿Qué les diferencia de otras entidades/empresas del sector?

Desde el inicio de la actividad de SIRUSA se escogió el modelo de gestión público mediante gestión directa.

Con relación a la gestión de los residuos y la valorización energética, SIRUSA cuenta en sus 27 años de historia con una dilatada actividad de investigación científica, por parte de universidades y entes reputados en este campo. También en el ámbito de la Responsabilidad Social también debe anotarse en el haber un programa de acciones diversas de divulgación, sensibilización y colaboración con entidades y organizaciones ecologistas.

¿Hay concienciación social, respecto al tema de la gestión de residuos y el reciclaje?

La hay, y mucha, y se trabaja para mejorarla continuamente. Precisamente las acciones referidas de responsabilidad Social contribuyen a ello. Los propios ayuntamientos son conscientes, y desde SIRUSA se incentiva el compromiso, por ejemplo desde hace seis años se concede un premio al ayuntamiento que realiza la mejor recogida selectiva de la fracción orgánica, o el que más esfuerzos ha dedicado en mejorarla.

También se busca generar sinergias con el conjunto de la sociedad para la sensibilización en pro de una conducta responsable y eficiente en la recogida selectiva de las distintas fracciones. Asimismo se ha participado en diversas campañas de sensibilización y se cuenta con un aula ambiental para escolares muy orientada a la prevención y a la recogida selectiva de residuos.

¿Cuáles son las fortalezas de SIRUSA?

Bajo nuestro punto de vista, nuestras fortalezas son:

  • – La experiencia contrastada en estos 27 años en dar servicio a la ciudadanía con un máximo respeto a los aspectos ambientales y sociales.
  • – Unos recursos humanos expertos y comprometidos con los objetivos ambientales y de servicio.
  • – La voluntad firme en ir adecuando la instalación a los requisitos de las mejores tecnologías disponibles.
  • – La voluntad de participar en las soluciones que, sin duda, deberá afrontar el territorio para dar cumplimiento a los retos y objetivos de sostenibilidad que fijan las autoridades ambientales europeas.

Para SIRUSA, ¿cuál es el futuro que le espera a la gestión de los residuos?

Necesariamente pasa por un cambio de mentalidad. Tal vez nos encontramos, por primera vez en la historia, en que la legislación va por delante de la sociedad; es decir, que las directivas europeas son cada vez más exigentes mientras que los hábitos ciudadanos y las actitudes de algunas administraciones aún no están en esa línea.

Si no se produce este cambio de mentalidad, en base al consumo responsable, la prevención, la reutilización, la recogida selectiva eficiente y de calidad, no se podrá implementar una verdadera economía circular, que es el futuro. En lo referente a las plantas de valorización energética, el futuro pasa ineludiblemente por tratar sólo residuos que procedan de plantas de tratamiento de residuos, o sea la fracción rechazo. Asimismo seguirá aportando su participación en la transición energética y en la economía circular.

Por otro lado, desde el punto de vista económico, los aspectos claves pueden ser:

  • – Implantar sistemas de pago por generación
  • – Que el precio del servicio cumpla el concepto de tasa; o sea, que incluya todos los costes del servicio.
  • – Implantar fiscalidad, como el canon en Catalunya, para desincentivar el uso del vertedero.

Teléf. +34 97 755 06 96 
E-mail  [email protected]

www.sirusa.es

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