La segunda fase del itinerario acogió el tratamiento de la denominada bolsa negra (fracción resto), que se inicia en la planta de elaboración de combustible (PRTE), donde se selecciona el material susceptible de ser reciclado (acero, aluminio y vidrio), fabricando con la parte no reciclable un Combustible Derivado de Residuos (CDR)
Con el objetivo de conocer los pormenores del sistema de gestión de residuos urbanos por el que han apostado la mayor parte de los ayuntamientos gallegos (296 en total), Feiraco ha contemplado en el programa formativo de sus trabajadores una visita al complejo medioambiental de Sogama en Cerceda, materializada el pasado viernes, donde han tenido la oportunidad de comprobar de primera mano la gestión y tratamiento que reciben los residuos urbanos procesados en el mismo.
De la mano de monitores especializados, y tras recibir las oportunas explicaciones, apoyadas por diverso material divulgativo, el grupo realizó un recorrido guiado por las distintas instalaciones que conforman esta infraestructura industrial. Así, pudieron ver la planta de clasificación de envases ligeros, donde se recepcionan los materiales depositados por la ciudadanía en los contenedores amarillos de recogida selectiva (envases de plástico, latas y briks) para ser separados de forma mecánica por tipologías (plástico duro, fino y mixto, briks y envases de acero y aluminio), procediendo a su posterior envío a los correspondientes centros de reciclado, donde son transformados en nuevos productos para ser reincorporados al circuito comercial.
La segunda fase del itinerario acogió el tratamiento de la denominada bolsa negra (fracción resto), que se inicia en la planta de elaboración de combustible (PRTE), donde se selecciona el material susceptible de ser reciclado (acero, aluminio y vidrio), fabricando con la parte no reciclable un Combustible Derivado de Residuos (CDR) con el que se abastece una planta termoeléctrica (PTE) para producir energía eléctrica. Un proceso en el que, como no podía ser de otra forma, se utilizan tecnologías punteras y de última generación, además de novedosos sistemas de depuración de gases, que permiten llevarlo a cabo con absolutas garantías para la protección del medio ambiente y la salud de las personas, cumpliendo rigurosamente con los preceptos impuestos por la legislación vigente en la materia. Prueba de ello son las mediciones en continuo que se hacen de la mayor parte de los parámetros, estando éstos muy por debajo de los límites legales.
BUENAS PRÁCTICAS EN LA GESTIÓN DE RESIDUOS
Pero la visita no se circunscribió únicamente al apartado técnico, poniendo en común la problemática que entraña la elevada producción de desechos y las buenas prácticas que la población debe adoptar para hacer frente a la misma, con independencia del sistema final de tratamiento, resultando esencial la adopción, individual y colectiva, del principio comunitario de las tres erres (Reducción, Reutilización y Reciclaje) y que, en todo caso, debe dar comienzo con la prevención (el mejor residuo es el que no se produce), el consumo sensato y racional, el alargamiento de la vida útil de los productos y la adecuada separación de los mismos una vez convertidos en desperdicios, depositando cada material en el contenedor correspondiente; un gesto imprescindible para la viabilidad del reciclaje.
FIRME APUESTA POR EL DESARROLLO SOSTENIBLE
Feiraco, cooperativa fundada en 1968, fruto de la unión de 400 ganaderos del interior de Galicia, es la novena empresa española en la elaboración de leche de larga duración y pasteurizada, con una producción anual de aproximadamente 109 millones de litros.
En su estrategia empresarial ocupa un lugar relevante el compromiso con el medio ambiente, que pasa por la gestión eficiente de los recursos y la minimización del impacto de su actividad sobre el entorno. De ahí su preocupación por el menor consumo de energía y de agua, la elección de materiales reciclables, la mejor gestión de los residuos y el incremento de la concienciación y sensibilización ambiental a través de la formacion.
No en vano, la compañía se encuentra participando en el proyecto europeo Susmilk 2013-2017, que tiene por objeto abordar un cambio de sistema en el proceso de elaboración y comercialización de la leche y productos derivados a fin de minimizar el consumo de recursos y aprovechar las ventajas que ofrecen las energías renovables.
La reducción de las emisiones de CO2 constituye otra de sus pretensiones. Es por ello que trabajan en la optimización de las rutas de recogida de la leche, reduciendo al mismo tiempo los costes de transporte.
Respecto a la elaboración de los envases que utilizan para la comercialización de sus productos, utilizan papel certificado FSC, que garantiza que ha sido elaborado con materias primas procedentes únicamente de bosques gestionados de manera responsable.