En la búsqueda de nuevas tecnologías e innovaciones para la descontaminación de sitios, como los vertederos y gracias al avance en la rama de la edafología, se ha podido desarrollar la construcción de Tecnosoles, los cuales ayudan a la recuperación de los suelos afectados por actividades humanas.
De acuerdo a IUSS Working Group WRB (2015), los tecnosoles son suelos con propiedades dominadas por su origen técnico; esto quiere decir que contienen materiales que han sido manufacturados por el ser humano.
Para la preparación de estos suelos se emplean todos los recursos disponibles in situ, lo cual incluyen residuos de vertederos, lodos, escombros de minas, pavimentos, suelos construidos artificialmente, etc.
Vertederos con ‘coberturas sostenibles’
Investigadores de la Universidad de Huelva han formulado un innovador tecnosol -suelo elaborados a partir de residuos orgánicos e inorgánicos-, utilizando residuos no peligrosos -arena de fundición de residuos, lodos de agregados de lavados y biosólidos compostados- para la cobertura sostenible de vertederos.
La investigación, publicada en la revista Applied Sciences, ha evidenciado el prometedor potencial de los residuos no peligrosos en la construcción de sistemas sostenibles de cobertura de vertederos y ha enfatizado la importancia de integrar los principios de la economía circular en las estrategias de cierre de vertederos. En concreto, los investigadores exploraron la viabilidad de los tecnosoles a medida, compuestos por mezclas de residuos, como alternativas ecológicas para la construcción de cubiertas vegetales.
Actualmente, los materiales de desecho utilizados en este estudio se depositan en vertederos, lo que representa una oportunidad perdida para su reutilización sostenible. La fórmula realizada, indican, «ofrece una solución más sostenible y rentable al reutilizar estos materiales para la cobertura del vertedero directamente en el lugar de disposición».
Este enfoque, según los investigadores, mejora la sostenibilidad y ofrece múltiples beneficios ambientales, como: menor desviación de residuos a vertederos, minimizando la necesidad de materiales vírgenes y maximizando la capacidad del vertedero; menor consumo de energía y emisiones de gases de efecto invernadero al eliminar el transporte de materiales de cobertura natural; y el establecimiento de una cubierta vegetal en el vertedero, que puede contribuir a la captura de metano mediante interacciones entre plantas y microbios.
Construcción de la cubierta superior del vertedero
El proceso de formulación implicó un análisis exhaustivo de las propiedades físico-químicas, composición mineral, calidad del lixiviado y una serie de evaluaciones geotécnicas para garantizar el cumplimiento de los estándares de construcción de la cubierta superior del vertedero.
Entre las mezclas analizadas, una de ellas resultó ser la más favorable, presentando un conjunto atractivo de atributos geotécnicos, incluyendo un potencial de compactación óptimo, baja deformabilidad y permeabilidad, y cambios de volumen estables, en consonancia con los principios de diseño sostenible de cubiertas de vertederos.
Una mayor mejora de la mezcla con un 10 % de biosólidos compostados favoreció, además, el crecimiento exitoso de las plantas con mínimos riesgos ambientales, lo que indica su potencial para el establecimiento y mantenimiento de la vegetación en las superficies de los vertederos. Este estudio, indican los investigadores, ha sentado las bases para las posibles aplicaciones de tecnosol, pero se requiere más investigación para garantizar su transición exitosa a la implementación en el mundo real.
Consideran que estudios futuros deberían incluir ensayos a escala de campo para evaluar exhaustivamente su rendimiento en condiciones reales y pruebas de intemperismo para simular los efectos de la exposición ambiental en el comportamiento de tecnosol; además, se debe investigar la compatibilidad de tecnosol con la infraestructura existente de los vertederos. EFE / ECOticias.com